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Urania, la Musa Celeste
URANIA

TERCERA PARTE
CIELO Y TIERRA

V. UN ALMA VESTIDA DE AIRE


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[Data de Fuente & Traducción]

 

*** Ella estaba de pie, completamente sola en su baño, con sus brazos levantados, retorciendo las sedosas y abundantes masas de su cabello en un nudo, que estaba sujetando en lo alto de su cabeza. Era una juvenil belleza, que todavía no había alcanzado su completo desarrollo, pero que estaba aproximándosele, radiante en el resplandor de su decimoséptimo año.

*** Una hija de Venecia, mostraba debajo de su piel de transparente tintura rosa, las venas azules donde corrían las ardientes corrientes de su vida; sus ojos resplandecían con una misteriosa y cautivante brillantez, y la aterciopelada rojez de sus labios, ligeramente partidos, ya daba promesa del fruto tanto como de la flor.

*** Ella lucía maravillosamente hermosa, y si algún moderno París tendría que decidir sobre sus encantos, yo no sé si él habría colocado a sus pies el palmo a la gracia, a la elegancia o a la belleza, por cuanto tan parejamente unía en sí el encanto animado de la gracia moderna y las serenas perfecciones de la belleza clásica.

*** Una oportunidad más afortunada e inesperada nos había conducido al pintor Falero y a mí mismo a su presencia. Una brillante tarde la primavera pasada nos ocurrió estar caminando en la playa; habíamos cruzado una de esas plantaciones de olivo, con melancólico follaje, que va a ser vista entre Niza y Mónaco, y sin ser conscientes de esto habíamos entrado en los dominios de una finca abierta en la playa. Un camino pintoresco serpenteaba de bajada la colina; habíamos dejado detrás nuestro un naranjal cuya fruta dorada nos recordaba el Jardín de las Hespérides. El aire era balsámico, el cielo de un profundo azul, y nosotros estábamos discutiendo los méritos comparativos del Arte y la Ciencia, cuando mi compañero se detuvo repentinamente, como si detenido por un hechizo, y haciéndome una señal para guardar silencio, señaló delante de él. Detrás de un grupo de cactus y árboles de higo de Barbaria, unos pocos pasos distantes de nosotros, pudimos ver a través de la ventana abierta de una lujosa casa de baño, cerca a un lavabo de mármol en el cual el agua caía con un sonido melodioso, una doncella parada delante de un prominente espejo, que reflejaba su cabal figura. Sin duda el ruido hecho por el agua que caía le había impedido escuchar nuestra aproximación. Discretamente, o mejor, indiscretamente, permanecimos detrás del cactus, inmóviles, mudos, hechizados.

*** Hermosa como era, parecía ser inconsciente de su belleza. Sus pies descansaban en una alfombra de piel de tigre, y sus movimientos eran relajados. Hallando que su larga cabellera estaba todavía húmeda, ella le permitió caer de nuevo sobre sus hombros, y, dándose vuelta, vino hacia nosotros para tomar una rosa de la mesa cerca de la ventana; luego, regresando al espejo, ella tranquilamente completó el arreglo de su cabello, colocó la rosa entre sus trenzas, y volviendo su espalda al Sol, se inclinó, sin duda con el propósito de empezar a vestirse. Pero tan pronto empezó, dio un grito penetrante, y cubriendo su rostro con sus manos, corrió a ocultarse en la esquina más oscura del cuarto.

*** Ya sea que algún movimiento desprevenido hubiera traicionado nuestra presencia, o que ella hubiera captado el reflejo de nuestras figuras en el espejo, no podríamos decir. Como quiera que haya sido, sin embargo, juzgamos prudente volver nuestros pasos, y retornar a la playa por el mismo camino por el cual habíamos venido.

*** "Nunca he visto - ni en alguna de mis modelos", dijo mi compañero, "ni siquiera en mi modelo que posó para mi cuadro de las 'Estrellas Gemelas', y de 'Celia', una forma más perfecta. ¿Qué dices? ¿No llega esta aparición justo a tiempo para probarme estar en lo correcto? Es en vano que describas en palabras elocuentes las delicias de la Ciencia. Confiesa que el Arte también tiene sus encantos. ¿No son las estrellas de la Tierra dignas rivales de las estrellas del cielo? ¿No admiras conmigo la elegancia de esa figura? ¡Qué contornos! ¡Qué tonos cautivadores!"

*** "Yo no tendría el mal gusto para no admirar lo que es realmente hermoso", respondí; "y admito que la belleza humana (y reconozco sin duda la belleza femenina en particular), es la obra más perfecta de la Naturaleza en nuestro planeta. Pero ¿sabes lo que yo más admiro en esa joven criatura? No es su aspecto artístico o estético, es la prueba científica que ella permite, de un hecho que es simplemente maravilloso. En esa encantadora forma yo contemplo un alma vestida de aire".

*** "Oh, te deleitas en la paradoja, lo sé. ¡Un alma vestida de aire! Porque tan real es una forma de expresión algo idealista. No dudo que la criatura encantadora tiene un alma, pero permíteme, como artista, admirar su forma, su animación, su carne, su color. Yo gustosamente diría con el poeta de los Orientales:

Car c'est un astre qui brille
Qu'une fille,
Qui sort d'ur bain au flot clair
Cherche s'il ne vient personne,
Et frissonne
Toute mouillée, au grand air."
[*]

*** "Yo no quiero impedirte hacer eso. Pero es precisamente esta belleza física lo que me hace admirar en ella el alma, la fuerza invisible que la ha formado".

*** "¿Qué quieres decir? No puede haber duda de que nosotros tenemos un cuerpo. La existencia del alma es menos evidente".

*** "A los sentidos, sí. Al espíritu, no. Pero nuestros sentidos nos engañan con respecto a todo: al movimiento de la Tierra, la naturaleza de los cielos, la aparente solidez de los cuerpos, a seres y a cosas. ¿Me seguirás, por un momento, en mi razonamiento?".

*** "Cuando inhalo el perfume de una rosa, cuando admiro la belleza de la forma, la delicadeza del color, la gracia de la flor en su primer capullo, lo que más me impresiona es el trabajo de la fuerza oculta, misteriosa, desconocida que gobierna la vida de la planta, que la mantiene en existencia, que selecciona las moléculas de aire, de agua, de tierra, adaptada para su sustento, y, sobre todo, lo que reúne esas moléculas y las agrupa delicadamente, para así formar el agraciado tallo, esas pequeñas y finas hojas verdes, esos pétalos de tan tierno color rosa, esos exquisitos tonos, ese delicioso perfume. La fuerza misteriosa es el principio de vida de la planta. Coloca juntas en la tierra la semilla de un lirio, una bellota, un grano de trigo, y una pepa de durazno, y cada una reconstruirá su propio ser particular.

*** "Una vez vi un arce que se estaba muriendo entre los escombros de una pared en ruinas, a unas pocas yardas de distancia del rico suelo de un surco, y que, desesperado, echó aventuradamente una raíz, alcanzó el suelo que había deseado, penetró en éste y se arraigó allí tan efectivamente que sin sentirlo el árbol llegó a soltarse de su lugar, y dejando sus viejas raíces marchitarse, abandonó las piedras y vivió, resucitó y se transformó, en las raíces que habían sido el medio de preservar su vida. He conocido árboles de Olmo que florecían en el suelo de un campo fértil, cuyo sustento había sido interrumpido por la apertura de una zanja profunda, despedir intrépidamente esas raíces que no habían sido cortadas, bajo el fondo de la zanja, para buscar nutrientes, y para triunfar en su propósito, para el gran asombro del jardinero. También he visto  en cierta oportunidad  un heroico jazmín que envió sus raíces ocho veces a través de los agujeros de un tablón que guardaba la luz de él, y que un observador malicioso devolvía de nuevo, cada vez que lo hacía, a la oscuridad, con la esperanza de agotar al fin, la energía de la planta; él no triunfó en hacerlo así.

*** "Las plantas respiran, beben, comen, seleccionan, rechazan o buscan su alimento, trabajan, viven, actúan conforme a sus instintos; ésa crece admirablemente, aquélla se marchita; esotra está nerviosa y agitada. La sensitiva planta tiembla y se encoge al más ligero toque; en ciertas horas de bienestar el petirrojo despierto es caliente, el clavel es fosforescente, la valisneria desciende al fondo de las aguas, para propagar su especie. En todas estas manifestaciones de una vida desconocida, el filósofo no puede sino reconocer en el mundo vegetal, un acorde de la armonía universal.

*** "Yo, actualmente, no voy más allá de esto con respecto al alma, aunque sea superior en su naturaleza al alma de la planta; y aunque ésta ha creado un mundo intelectual muy por encima de todas las otras formas de vida terrestre como las estrellas están sobre la Tierra - no es con relación a sus facultades espirituales que yo la considero ahora, sino sólo como la fuerza animadora del ser humano.

*** "Bien, despierta mi admiración que esta fuerza deba agrupar los átomos que respiramos, o que asimilamos por la nutrición para así hacer de ellos un ser hermoso y encantador. Vuélvete en el tiempo y mira a esta doncella desde el día de su nacimiento, y sigue con tu pensamiento el desarrollo gradual de esa forma esbelta, a través de los años de difícil infancia hasta la gracia en cierne de la juventud y la temprana feminidad. ¿Cómo se mantiene, se desarrolla, se forma a sí mismo el organismo humano? Tú conoces la respuesta: por respiración y nutrición.

*** "El aire mismo provee las tres cuartas partes de nuestra nutrición. El oxígeno del aire mantiene vivo el fuego de la vida, y el cuerpo puede ser comparado a una llama que es alimentada incesantemente, de acuerdo con las leyes de la combustión. Una falta de oxígeno extingue la llama de la vida como extingue la llama de una lámpara. A través de la respiración, la oscura sangre venosa es transformada en sangre arterial roja, y así, purificada. Los pulmones son un delicado tejido cribado con cuarenta a cincuenta millones de pequeñas células, lo suficientemente pequeñas para dejar que la sangre se filtre a través de ellas, y lo suficientemente grandes para permitir que el aire las penetre. Un intercambio perpetuo cursa entre el aire y la sangre, aquel suministrando a ésta con oxígeno, ésta eliminando el ácido carbónico. Por un lado el oxígeno de la sangre consume el carbono de la sangre; por otro, los pulmones exhalan ácido carbónico, nitrógeno y vapor de agua. Las plantas respiran (durante el día) por un proceso inverso a éste. Absorbiendo carbón y exhalando ácido carbónico, ayudando a mantener de esta manera el equilibrio general de la vida terrestre.

*** "¿De qué está compuesto el cuerpo humano? El hombre adulto pesa en promedio 154 libras. De éstas, 113 libras son agua que está en la sangre y los tejidos. Analizando la sustancia de nuestros cuerpos encontrarás en éste albúmina, fibrina, caseína y gelatina, es decir, sustancias orgánicas compuestas originalmente de los cuatro gases esenciales: oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y ácido carbónico. También hay en éste sustancias exentas de nitrógeno tales como goma, azúcar, fécula, grasa; estas sustancias pasan igualmente a través de nuestro organismo, su carbón e hidrógeno son consumidos por el oxígeno inhalado durante la respiración y después exhalados bajo la forma de ácido carbónico y de agua.

*** "El agua, como sabes, es una combinación de dos gases, oxígeno e hidrógeno; el aire, una mezcla de dos gases, oxígeno y nitrógeno, a los cuales se añaden, en menores proporciones, el agua bajo la forma de vapor, el ácido carbónico, amoníaco y ozono, siendo este último sólo oxígeno condensado, etc.

*** "Entonces nuestro cuerpo está compuesto sólo de gases bajo diferentes formas".

*** "Pero", interrumpió mi compañero, "nosotros no vivimos sólo de aire, además de eso necesitamos, en intervalos más o menos distanciados, como el estómago puede indicar, ciertos suplementos, tales como el ala de un faisán, una rebanada de lenguado, un vaso de Chateau-Lafitte o de champagne; o, si tú deseas, algunos espárragos, un racimo de uvas o unos pocos duraznos".

*** "Sí, todos éstos son asimilados por nuestro organismo, renovando sus tejidos, y esto con rapidez, porque en unos pocos meses (no en siete años como se supuso anteriormente que era el caso) nuestro cuerpo es enteramente renovado. Retornemos a esa encantadora criatura que posó delante de nosotros hace un corto tiempo. Bien, esa carne que admiramos no existía hace tres o cuatro meses; esos hombros, esa cara, esos ojos, esa boca, esos brazos, ese cabello, incluso esas uñas - todas las partes componentes de ese cuerpo eran nada más que una corriente de moléculas, una llama incesantemente renovada, un río corriendo durante el período de existencia, pero con aguas perpetuamente cambiantes. Pero todo esto es todavía sólo gas, asimilado, condensado, modificado; sobre todo es aire. Incluso esos huesos aparentemente tan sólidos, tomaron forma y solidez imperceptible. Ten presente el hecho que nuestro cuerpo entero está formado de moléculas invisibles, que no se tocan una con otra, y que se renuevan incesantemente.

*** "Si nosotros somos vegetarianos, si nuestra mesa fuera abastecida con hortalizas y frutas, asimilamos sustancias sacadas casi enteramente del aire; ese durazno está formado de agua y aire, esa pera, esa uva, esa almendra, están todas formadas de aire, de agua, de algún elemento líquido o gaseoso traído por la savia, el sol, la lluvia; espárragos y ensaladas, arvejas y alcachofas, lechuga y achicoria, cerezas, fresas y frambuesas, todas ellas viven en el aire y por el aire. Las partes contribuidas por la tierra, aquellas que son tiradas de las raíces, son gases también, y de la misma naturaleza, nitrógeno, oxígeno, hidrógeno, carbono, etc.

*** "Si nuestro alimento fuera un bistec o un pollo, o alguna otra 'carne', la diferencia no es muy grande. La oveja y el buey viven en el pasto. Sea que comamos una perdiz con repollo, una codorniz asada, un pavo con trufa, o un guisado de liebre, todas estas sustancias tan diversas en apariencia, son sólo vegetales bajo otra forma, que son sólo un grupo de moléculas obtenidos de los gases de los que acabamos de hablar, aire, vapor de agua, moléculas y átomos, en sí mismos casi imponderables, y absolutamente invisibles, además, al ojo desnudo.

*** "Así, cualquiera sea nuestro alimento, nuestro cuerpo, formado, sostenido, desarrollado por la absorción de moléculas a través de la respiración y la alimentación, es definitivamente sólo una corriente incesantemente renovada en virtud de esta asimilación, dirigida, gobernada y organizada por la fuerza inmaterial que nos anima. A esta fuerza podemos seguramente darle el nombre de alma. Ésta agrupa los átomos que le convienen, eliminando los inservibles, y empezando desde un punto imperceptible, un germen indiscernible, termina por construir un Apolo Belvidere aquí, una Venus Capitolina allí. Fidias no es sino un vulgar imitador comparado con esta fuerza secreta y misteriosa. Pigmalión se volvió el amante de la estatua de la que fue el creador, nos han dicho en mitología. ¡Qué error! Pigmalión, Praxítiles, Miguel Angel, Benvenuto, Casanova, sólo crearon estatuas. El poder que puede construir al hombre y la mujer vivientes es un poder más grande.

*** "Pero esta fuerza es inmaterial, invisible, intangible, imponderable, como la atracción que hace que las esferas se muevan armónicamente en el espacio, y el cuerpo, aunque pueda parecernos material, es en sí mismo sólo una agrupación armónica de moléculas, producida por la atracción de esta fuerza interior.

*** "Ves entonces, que estoy estrictamente dentro de los límites de la ciencia exacta, al llamar a esta doncella un alma vestida de aire - como tú y yo, por cierto, ni más ni menos.

*** "Desde la creación de la humanidad hasta hace unos pocos siglos, se creyó que la sensación era percibida en el punto donde se experimentaba. Un dolor que se sentía en el dedo de la mano se suponía que tenía su asiento en el dedo mismo.

*** "Los niños, y mucha gente adulta, todavía creen que este es el caso. La fisiología ha demostrado que la sensación es transmitida desde los terminales de los dedos al cerebro, a través del sistema nervioso. Si el nervio es cortado, el dedo puede ser quemado impunemente, la parálisis de sensación es completa. Incluso el tiempo que toma una sensación para transmitirse, de cualquier punto del cuerpo al cerebro, ha sido determinado, y se ha hallado que la velocidad con la que esta transmisión tiene lugar es alrededor de ocho pies por segundo. Desde que se probó esto, se ha localizado la sensación en el cerebro. Pero allí la investigación científica se detuvo.

*** "El cerebro es materia, como el dedo de la mano, y al igual que ésta, se renueva perpetuamente. Es menos permanente que cualquier otra parte del cuerpo; se renueva más rápido, y en consecuencia nunca es el mismo.

*** "No existe, no puede existir en la masa cerebral total, un único lóbulo, una única célula, una única molécula que no cambie. Una detención del movimiento, la circulación, la transformación, sería una sentencia de muerte. El cerebro existe y siente, sólo bajo la condición de sufrir, como todo el resto del cuerpo, las incesantes transformaciones de la materia orgánica, que constituyen el circuito vital.

*** "No es, no puede ser, entonces, que, en una cierta masa cerebral, en un cierto agregado de moléculas, resida nuestra personalidad, nuestra identidad, nuestro ego, que adquiere y preserva un valor personal, intelectual y moral, desarrollado por la cultura; nuestro ego, que es, y se siente ser, responsable por sus actos, efectuados hace un mes, hace un año, hace diez, veinte, cincuenta años - un periodo durante el cual el agrupamiento molecular ha sido totalmente cambiado varias veces.

*** "Esos fisiólogos que afirman que el alma no existe, se parecen a sus predecesores que afirmaban que un dolor era sentido por el dedo o el pie. Ellos están un poco menos lejos de la verdad que estuvieron ésos, pero al fijar su atención en el cerebro y hacer que la entidad humana resida en las sensaciones del cerebro, colocan un obstáculo en la vía del descubrimiento científico. Esta suposición es la menos excusable, como esos mismos fisiólogos saben perfectamente bien que la sensación personal está siempre acompañada por una modificación de sustancia. En otras palabras, el ego del individuo continúa existiendo sólo mientras que la identidad de su parte física cesa de ser.

*** "El asiento de la sensación, entonces, no puede ser la sustancia material; ésta es puesta en relación con el universo, a través de la impresión recibida en el cerebro, por las fuerzas químicas liberadas en el cerebro, que resultan de combinaciones materiales. Pero no es ésta.

*** "La constitución de nuestros cuerpos, también, está perpetuamente transformándose bajo la dirección de un principio psíquico.

*** "Tal o cual molécula, que actualmente forma parte del cuerpo, es eliminada en el proceso de respiración, de transpiración, etc., para permanecer en la atmósfera un tiempo más largo o más corto, entonces llega a incorporarse en otro organismo, ya sea de un planeta, un animal o un hombre. No todas las moléculas que constituyen tu cuerpo hoy formaban parte de éste ayer, y hace unos pocos meses ninguna de ellas estaba presente en éste. ¿Dónde estaban? En la atmósfera o en algún otro cuerpo. Todas las moléculas que en la actualidad forman los tejidos de tu cuerpo, tus pulmones, tus ojos, tu cerebro, tus miembros, etc., ya han servido para formar los tejidos de otros cuerpos. Todos nosotros somos cuerpos muertos resucitados, formados del polvo de nuestros ancestros. Si todos los seres humanos que han vivido sobre la Tierra hasta el presente fueran a retornar a la vida, habría cinco de ellos por cada pie cuadrado de tierra, y para mantener una posición honrada en la superficie de la Tierra, estarían obligados a montarse en los hombros de otro: pero ellos no podrían resucitar completamente, porque muchas moléculas han formado sucesivamente parte de varios cuerpos. De la misma manera, nuestros órganos, separados en sus moléculas constituyentes, un día formarán parte de los cuerpos de aquellos que vendrán después de nosotros.

*** "Cada molécula de la atmósfera, entonces, pasa perpetuamente de una forma de vida a otra, escapando de cada una sucesivamente por la muerte; por turnos, viento, agua, tierra, animal o flor, ésta sucesivamente forma parte de innumerables organismos. La fuente inextinguible de la cual cada forma de vida toma su ser - el aire - es al mismo tiempo un inmenso reservorio en el cual cada ser que muere exhala su último aliento; de éste, los vegetales y los animales y las varias formas de existencia reciben vida, para morir a su turno. Ambas, la vida y la muerte son iguales en el aire que respiramos, y triunfan una con la otra perpetuamente en el intercambio de moléculas gaseosas. La molécula de oxigeno que se exhala de un antiguo roble de allí vuela a los pulmones del infante en la cuna; los últimos suspiros del moribundo van a formar parte de la brillante corola de la flor o difundirse, como una sonrisa, sobre el verdoso prado; y así a través de una infinita serie de muertes parciales, la atmósfera nutre incesantemente las varias formas de vida que se exhiben en la superficie del globo.

*** "Y si objetas a esto, iré todavía más lejos y añadiré que nuestras mismas prendas de vestir, tanto como nuestros cuerpos, están compuestos de sustancias que fueron todas originalmente gaseosas. Toma este hilo, tira de él - ¡cuán fuerte es! ¿Cuántos tejidos - batista, seda, lino, algodón, lana, han sido manufacturados por hilos entretejidos como estos. ¿Pero qué es este hilo de lino, cáñamo o algodón? Glóbulos de aire colocados uno en yuxtaposición al otro, y mantenidos juntos sólo por la fuerza molecular. ¿Qué es el hilo de seda o lana? Otro agregado de moléculas similares. Confiesa entonces, que nuestras prendas están compuestas también de aire, de gas, de sustancias originalmente sacadas de la atmósfera, del oxígeno, del nitrógeno, carbón y vapor de agua".

*** "Observo con placer", reanudó el pintor, "que el arte no está hasta aquí eliminado de la ciencia como se supone que lo está, en ciertos cuarteles. Si tus teorías son para ti puramente ciencia, para mí ellas son arte, y del más alto orden. Y además, ¿existen en la naturaleza todas esas distinciones? No; No hay en la naturaleza ni arte, ni ciencia, ni escultura, ni pintura, ni decoración, ni música, ni física, ni química, ni meteorología, ni astronomía, ni mecánica. Contemplar ese cielo, ese mar, esos contrafuertes de los Alpes, esas nubes de las puestas de sol color de rosa, esos espacios luminosos, extendiéndose lejos hacia Italia. Todo esto es uno. Y dado que la física molecular nos demuestra que la materia no existe, que incluso en una barra de acero o platino, los átomos no se tocan el uno al otro, permite que nuestras almas al menos nos sean dejadas; nadie será el perdedor por esto. Sí, ésta es una verdad contra la cual ningún prejuicio será capaz de prevalecer; los seres vivos son almas vestidas con aire. Deploro los mundos desprovistos de atmósfera".

*** Habíamos retornado de una larga caminata en la playa, a un punto no muy distante de donde partimos, y estuvimos pasando delante de la pared almenada de una villa, yendo hacia Beaulieu, cerca de Cape Ferrat, cuando dos damas elegantemente vestidas nos pasaron. Ellas eran la Duquesa de V. y su hija, a quienes habíamos conocido el jueves anterior en el baile de la Prefectura. Nosotros las saludamos y pasamos bajo la sombra de los olivos. Hija de Eva, la joven niña inconscientemente nos volvió la mirada. Yo fantaseé que un repentino rubor cubrió sus mejillas; sin duda era la reflexión de la luz del sol poniente.

*** "¿Tú piensas, quizás, que has disminuido mi admiración por la belleza?" dijo el artista, echando también una mirada atrás. "No; yo la aprecio mejor que antes. Admiro en ésta la armonía y todas esas otras cosas finas de las cuales acabas de hablar; y, ¿te lo confesaré? - el cuerpo humano considerado como la manifestación visible de un alma rectora, me parece investido con nueva nobleza, nueva belleza, nuevo brillo".


* Porque es una estrella que alumbra a una niña que sale de un baño con el flujo claro. Busca si no viene nadie. Y tirita totalmente mojada al aire libre.

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Camille Flammarion

Camille Flammarion
(1842 - 1925)

Camille Flammarion (1842-1925), astrónomo francés conocido por su talento para popularizar la astronomía. En 1862 fue expulsado del Observatorio de París por Urbain Le Verrier después de que publicara su obra La pluralidad de los mundos habitados. Esto no impidió a Flammarion continuar sus observaciones. En 1879 publicó su manual de astronomía popular, que tuvo un inmenso éxito. Entretanto trabajó como calculador en la Oficina de Longitudes; sus capacidades en materia de astronomía fueron muy reconocidas. En 1883 hizo construir un observatorio en el municipio de Juvisy-sur-Orge, donde se instaló y continuó sus investigaciones hasta su muerte. Realizó numerosas observaciones de los planetas del Sistema Solar y en 1887 fundó la Sociedad Astronómica de Francia.

Fuente de la presente cita onomástica: "Camille Flammarion." Microsoft ® Encarta ® 2007. [CD] Microsoft Corporation, 2006.


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