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V.S. Ramachandran
Fantasmas en el Cerebro
= NATURALEZA HUMANA =
& Arquitectura de la Mente
(En seguimiento de V.S.Ramachandran)

Con aprecio y gratitud 'intensos'
a nuestros amigos:
Serenidad, Laura Guadalupe y Rafael,
por su luz y estímulo sostenidos.
S. Eduardo Mendoza M.


INTROITO.-

Sabemos de muchos eventos extraños en la biografía de las personas corrientes, que suelen ser etiquetados de "paranormales" o "sobrenaturales", cuando probablemente se disponga del background para formular otras lecturas (más conservadoras, y no por ello carentes de interés), que satisfagan (por lo menos parcialmente) las demandas en torno a su naturaleza y determinación [1]. Tenemos, por ejemplo:

— Las 'experiencias-fuera-del-cuerpo', consagradas por el ocultismo como evidencia de un alma o cuerpo astral, allí donde el neurólogo percibe un efecto alucinatorio relativo a la imagen corporal, al que subyace cierto compromiso (patológico o no) de la unión temporoparietal del cerebro. (Cf. 8:234).

— El llamado 'tercer hombre', del que ya anteriormente rindiéramos cuenta de la mano de J. G. Geiger; destacando en aquella oportunidad su profunda conexión neurológica y ambiental: un equivalente de cuerpo entero del más común y por mucho tiempo mistificado 'síndrome del miembro fantasma' (Cf 8:221); la externalización de la conciencia del propio cuerpo y su concurrente detección en la proximidad en la forma de otro ser (Cf. 8: 221, 227) dispuesto a prestar ayuda.

— La 'Visión Ciega' [2], que permite al sujeto toda suerte de manipulaciones precisas de objetos, sin que aquel sea capaz de verlos dado el daño (total o parcial) sufrido por su sistema visual, amén de las condiciones de experimentación. Allí donde algunos invocarían alguna forma de percepción extrasensorial (PES) o habilidad paranormal, para el neurólogo se trataría, antes bien, de una expresión del 'autómata' o 'zombie' inherente a e inalienable de nuestro equipamiento evolutivo; o más precisamente, de la puesta en escena del "circuito del cómo" para la visión, en condiciones de deprivación del "circuito del qué". [3]

— El 'Déjà Vu', aquella desconcertante sensación —que en ocasiones alcanza niveles patológicos [4] — en la que, encontrándonos en una nueva situación o ambiente, nos impresiona haberlo visto o vivido ya (sentido de pre-existencia); y que veces se nos antoja atribuirlo (haciendo eco a los creyentes en la reencarnación) a una vida que antecedió a nuestra existencia actual; cuando quizás baste apelar a i).- una recurrencia o eco de una percepción particular que descansa en el cerebro, o ii).- la inaccesibilidad a un recuerdo que crea el intenso pero aparentemente infundado sentimiento de haber estado allí antes; o, finalmente, iii).- el descubrimiento que parte de la net de memoria en el sistema límbico se aplica al reconocimiento, es decir, a hacer juicios acerca de si el contenido de la experiencia actual es familiar o no. (Cf. 13:137). Y también;

— Los 'episodios mediánicos' (instalación, performance) al mejor estilo espírita, asimilados (no sin controversia) [5] al denominado "trastorno de identidad disociativo" (personalidad múltiple) [6] o la condición de 'co-consciencia' [7], según sea que su evaluación arroje patología o mera desviación de la norma; aun cuando poco se sabe de las áreas y mecanismos cerebrales en juego.[8]

Sin embargo, no es moneda común entre el público general y —para desconcierto del interesado— el profesional de salud estándar, el conocimiento del gran potencial del cerebro-mente (y sus mecanismos) para producir "comportamientos extraños" dadas ciertas condiciones organísmicas y ambientales, patológicas o meramente funcionales, que bien podrían colmar o constituir indicio y parte de la explicación de aquellos otros eventos tan o más "extraños" que ocupan a paranormalistas y parapsicólogos.

Los marcos pertinentes para una comprensión cabal de estos fenómenos de incidencia clínica son el físico-químico, el informacional-cibernético, el conjunto de ciencias del cerebro-mente, el ambiental y sociocultural. En lo que nos toca al corriente, decidimos hacer propedéutica de la temática neuro(psico)lógica, convencidos de su necesidad para todo investigador que aspire incursionar con seriedad (léase: registrar incidencias, coordinar data, morigerar especulaciones, etc.) por los laberintos del psiquismo humano. Esperamos el tiempo en el que dicho esfuerzo rinda sus frutos.

PRESENTACIÓN.-

En esta entrega, que sigue la pauta del renombrado neurocientífico hindú V.S. Ramachandran, se pasa revista a un conjunto de síndromes neuro(psico)lógicos, incorporados como casos clínicos, que podrían resultar extraños y hasta esotéricos para los mismos especialistas (al extremo de enfrentar a psiquiatras y neurólogos); pero cuya extrañeza no justifica su encarpetamiento o mistificación bajo el rótulo de 'anomalía' o 'curiosidad'; antes bien, demanda la gestación de un híbrido de científico y detective, capaz de apreciar en ellas su potencial para dar respuesta a las cuestiones más acuciantes en torno a la naturaleza humana y la arquitectura de la mente. Testimonio de un andar personal-colectivo, por la difícil senda que apunta a superar el quehacer especulativo de larga data, por la investigación devenida “epistemología experimental” [9].

ADVERTENCIAS.-

La acepción de 'fantasma' que se maneja acá, está más en relación con las ideas de un 'fantasma en la máquina' [10], la auto - 'imagen corporal' [11], un 'yo' (integrado, fragmentado, multiplicado) [12] que trasciende por 'qualia' [13] al autómata ('zombie') [14] e, incluso, una 'delusión' [15] (en todos los casos, tal como se estila su uso en filosofía de la mente, neurociencia, psicología y psiquiatría); que con la actividad de 'aparecidos', 'espectros', 'criaturas del subconsciente' o 'habitantes terrestres del más allá' [16] (todas ellas, construcciones respetables en cuanto materia de estudio), que ocupan el interés de paranormalistas y parapsicólogos; aun cuando se espera que a su tiempo el conocimiento científico resultante podría contribuir a la elucidación de eventuales fenómenos paranormales.

Si bien amplio el rango de conveniencia del constructo de marras (léase: el psiquismo humano inconsciente y consciente), la exposición hace del fenómeno del miembro fantasma y del yo asociado a qualia, sus focos de conveniencia inicial y final.

La temática que sigue a continuación tiene profundas implicancias teoréticas, epistemológicas y clínicas.

PALABRAS CLAVE.-

Anomalía, Anosognosia, Asimbolia al Dolor, Capgras (síndrome de), Charles Bonnet (s.d), Circuito del Qué, Circuito del Cómo, Consciencia, Cotard (s.d), Couvade (s.d), Enfoque Modular, Enfoque Holístico, Epilepsia (ataque), Escotoma, Estimulador Magnético Transcraneal, Fantasma, Frégoli (s.d), Hemi-inatención (s.d), Homúnculo Cerebral, Mapa Cerebral, Mecanismo de Defensa, Miembro Fantasma (s.d), Personalidad Múltiple (s.d), Punto Ciego, Qualia, Re-mapeo, Respuesta Galvánica de la Piel-R.G.P, Savant, Selección Natural, Sistema Límbico, Somatoparafrenia (s.d), Terapia de Espejo, Vista Ciega, Yo, Visión Ciega (s.d), Zombie.

CAMPOS.-

Neurociencia, Clínica Neurológica, Psicología Evolucionista, Psicoanálisis, Psiquiatría, Neuropsiquiatría Cognitiva, Medicina Mente-Cuerpo, Epistemología Experimental.

DESARROLLO.-

El lector posiblemente ha experimentado en carne propia, o tiene conocimiento de fuente confiable, de algunos eventos “extraños” como los que se citan a continuación:

— Sujetos que habiendo perdido un miembro (brazo/mano, pierna/pie, mama, pene, etc.) por enfermedad, accidente u otra eventualidad, experimentan sensaciones extrañas (escozor, parálisis, movimiento automático o voluntario, dolor e incluso erección y orgasmos), a nivel de su miembro ausente.

— Sujetos que desconocen la pertenencia (propiedad) de partes de su cuerpo (brazo, pierna, etc.) a su economía personal, asignándosela a otras personas.

— Sujetos con deterioro ocular que, en vigilia y goce de lucidez, sufren de alucinaciones visuales hiperrealistas, ya no sólo de luces y fuegos artificiales, sino desfile de animales, personajes exóticos, escenas de cartoons, etc., que concurren con su percepción normal del día a día.

— Sujetos que, lúcidos de otro modo, persisten en tomar a sus padres y otros miembros de su entorno —incluso a sí mismos— como dobles o impostores.

— Sujetos que periódicamente (timing asociado a crisis epilépticas) entran en trance, acusan recibir la visita de Dios, tienen revelaciones sobre el futuro inminente de la Humanidad, son muy dados a la especulación metafísica, esotérica, y que hasta podrían ser tomados por santos o místicos, de no mediar en ocasiones sus poses y propensiones mundanas.

— Sujetos savants (IQ <50), incapaces siquiera de atar sus zapatos, y que sin embargo pueden decirle a uno, en vigilia o sueño, la hora del día, con precisión de segundos, sin acudir a sistema de relojería alguno. O hacer un estimado exacto de la longitud de una pieza. U operaciones matemáticas de cálculo de gran complejidad, en segundos. Y, por supuesto, por el lado artístico, la realización/reproducción de dibujos y performances musicales de alta complejidad.

Y la lista continúa indefinidamente...

Si bien algunos de éstos impresionan hallarse, discursivamente, en la frontera de lo patológico-paranormal - "sobrenatural"; no se vaya a pensar que, necesariamente, involucra a sujetos que padecen una suerte de insanidad psiquiátrica—por si no gozan del favor divino—. En realidad, todo lo contrario, suelen ser personas lúcidas y bien adaptadas en otros respectos, o con habilidades diferentes, cuyo compromiso físico y psicológico amerita el mejor criterio evaluativo, por los costes que ello tiene sobre su calidad de vida.

En el texto que revisamos, el reconocido neurólogo V.S. Ramachandran procura despojar a tales eventos anómalos de su inasibilidad y explotada aura de misterio, deduciendo de la teoría y experimentos clínicos cuidadosamente diseñados, amén del auxilio de la moderna parafernalia tecnológica (GSR*, PET**, MEG***, fMRI****) [17] allí donde aplique, el circuitaje cerebral implicado. Ello a su tiempo le conduce a reflexiones y conjeturas promisorias sobre la naturaleza humana y la arquitectura de la mente/consciencia.

A continuación, venga una relación sumaria de cada capítulo:

01.— El Fantasma Dentro.

El autor pone sobre el tapete una muestra de casos clínicos, como los descritos en líneas previas; que, hoy por hoy y en el curso de la historia, el común de los médicos (neurólogos incluidos) se ha limitado a registrar y encarpetar (dada su extrañeza fenoménica), como "curiosidades", o delegado generosamente a los psiquiatras, muy dados a integrarlos en una net de explicaciones tan ingeniosas como fantásticas ("anestésicas", dirá en otro lugar), cuando es justamente dicha casuística, entre lo patológico y extraordinario, la que concentra un enorme potencial de explicarnos acerca de la naturaleza humana, el funcionamiento del cerebro y la mente normales. El capítulo comprende:

— Una visión de ciencia, del científico y su quehacer.- Ramachandran conjura la estereotipia que coloca la actividad científica por las estrellas y, tras devolverla a tierra, invoca la necesidad de forjar el perfil del médico con 'alma del detective' (i.e. un Sherlock Holmes), sensible tanto a la norma/estándar cuanto —y sobre todo— a la excepción/anomalía, uno que se acomida a incursionar en terreno fronterizo (vg. epistemología experimental y neuropsiquiatría cognitiva) que otros evitan; y del 'clínico de antaño' que explote al máximo sus capacidades de percepción (un arte en camino de extinción por obra y gracia de nuestra dependencia tecnológica), que no tema dejarse guiar por la intuición/creatividad y, sobre todo, que no olvide que está tratando con seres humanos.

— Una visión "ubicada" de la neurología, que destaca el “momentum” en el que se halla esta ciencia en su curso evolutivo; donde para usar una analogía con la física, lo asimila al estadío de Faraday (i.e. de observaciones experimentales), que no al de Maxwell (i.e. de integraciones magistrales); y que, por lo tanto no está aún en sus posibilidades formular una teoría unificada de la mente y el cerebro (lo que no significa en modo alguno castrar los intentos que de tiempo en tiempo se dan en este sentido). Y

— Un panorama del cerebro, que comprende la revisión minimalista de algunos datos anatómicos y funcionales (que van desde la neurona hasta el cerebro particionado y en conjunto), pasando por el debate entre la visión modular y la holista de cara a la “localización” de las funciones cerebrales [18], cuya complementariedad postula, aunque dejando entrever una preferencia por la primera, cuando no llevada a sus extremos; lo que se encargará de fundamentar en el curso del libro [19].

El fantasma dentro apunta al psíquismo inconsciente y consciente, la vivencia subjetiva y su objetivación en el comportamiento, que emerge de la actividad cerebral, en condiciones normales o patológicas, y que se expresa en imagen corporal, yo, dolor, sueños, lenguaje, estados anímicos, capacidades, creencias, fetiches y otros datos de la naturaleza humana.

02.— "Sabiendo dónde rascar(se)".

El protagonista es "Tom", quien ha perdido su brazo izquierdo por debajo del codo en un accidente automovilístico y, sin embargo, padece las sensaciones de su miembro fantasma. Así como él se cuentan un número de pacientes que a pesar del tiempo transcurrido desde su pérdida (que fluctúa entre algunas horas hasta varios años), reclaman de sus médicos, cuando no una solución a sus molestias, por lo menos una explicación sensata de lo que les está ocurriendo, más allá del invocado imaginario ('pensamiento desiderativo', 'wishful thinking', en inglés).

El síndrome del 'miembro fantasma', término acuñado por Silas Weird Mitchell (neurólogo y novelista), no se limita en modo alguno a un segmento de las extremidades superiores (brazo, manos) e inferiores (pierna, pie)—de suyo, los eventos más comunes—, sino que abundan también los de ojos, nariz, mamas, apéndice, miembro viril, etc. En teoría, la pérdida de cualquier órgano o miembro corporal habría de revelarse como sensación fantasma (de escozor, locomoción/desempeño funcional, dolor, etc.).

La explicación habitual apunta a la irritación de la terminación nerviosa del muñón (neuroma), que continúa su envío de señales al cerebro, al área originaria (vg. mano) consiguiendo engañarlo y, de este modo, persistir la sensación fantasma. A partir de dicha comprensión se hubieron estatuido tratamientos quirúrgicos de reducción de neuromas por acortamiento sucesivo del muñón, y rizotomías dorsales si el caso lo ameritaba, con resultados muy desalentadores en ambas instancias.

Sin embargo, Ramachandran, nos explica cómo consiguió aprehender la lógica del efecto fantasma a partir de los mapas homunculares de W. Penfield (obtenidos por electroestimulación focalizada del cerebro) y un trabajo en monos, publicado por el doctor Tim Pons y cols, cuyos resultados él (Ramachandran) corroboraría posteriormente en pacientes humanos (Tom y otros), por exploración tópica (clínica) y el recurso a la magnetoencefalografía MEG, llegando a establecer por ambas vías el remapeo de la imagen corporal en lo que toca a la mano (la 'mano fantasma'), uno a nivel de la cara y el otro en la zona que corresponde al brazo superior izquierdo.

El remapeo de la imagen corporal relativa al miembro ausente (con sus implicancias para las modalidades de tacto, calor, frío, dolor, vibración, etc.), ocurre con rapidez (incluso unas horas después de la amputación), lo cual se explicaría, no sin lugar a controversia, por crecimiento de nuevas ramas de fibras neuronales ("sprouting") entre las regiones identificadas del cerebro, o por la preexistencia de conexiones redundantes o de reserva, entre dichas áreas de remapeo y la zona originaria (vg. mano) normalmente inhibidas, que se activarían en estas circunstancias.

Luego, al considerar la información proporcionada por un mapa homuncular (hay varios), no es de asombrarse que un paciente dado, al afeitarse o hacer una mueca, active inadvertidamente la sensación dolorosa de su mano fantasma; u otro que ha perdido su pie, disfrute orgasmos amplificados a nivel de su "pie fantasma" durante el coito.

Otrosí, esta información nos arroja data importante acerca de la génesis y desarrollo del circuitaje cerebral, en lo que tiene de genético y de adquirido en la experiencia vivida (problema 'nature-nurture'). Esto es, asistimos a la conclusión de la plasticidad del circuitaje cerebral, de que lo establecido genéticamente no está dado de una vez para siempre, como se solía creer.

Para cerrar, el título de la sección, que se deriva de una proferencia del paciente protagonista, se comprende mejor si se tiene en cuenta las ventajas de estar advertido sobre el remapeo de la imagen del miembro ausente, en el cerebro, que en este caso corresponde a regiones específicas de la cara y del hombro para cada dedo.

03.— A la caza del Fantasma.

La sección anterior nos dejó entrever que el re-mapeo de la imagen corporal en el cerebro adulto no puede constituir toda la historia del miembro fantasma, porque ello no da cuenta de: i).- la situación de los deprivados de un miembro, de nacimiento, en lo que concierne al síndrome; ii).- el manejo voluntario (ilusión de movimiento, manipulación voluntaria) de este miembro fantasma, que algunos sujetos acusan, frente a su "parálisis", en otros; y iii).- el dolor agonizante que suele acompañar su manifestación.

En lo que concierne al primer punto, contrariando la data y opinión de algunos especialistas, se verifica en los sujetos correctos (vg. Mirabelle, deprivada de ambos brazos al momento de nacer) la actividad del miembro fantasma, más allá del autoengaño desiderativo, lo cual nos autoriza hablar de la determinación genética de la 'imagen corporal' en la base de este síndrome (que recibirá las actualizaciones y refinamientos del caso en el curso de la biografía).

Con respecto al segundo punto, hay que tener en cuenta que para el caso de los sujetos que han perdido su miembro real (vg. brazos) a una edad mediana o tardía, lo natural es la inhibición en el tiempo de ambos, la ilusión de movimiento voluntario del miembro fantasma y de este mismo per se: inhibición debida a la falta prolongada del feedback "expectado". En contraste, los sujetos en los que el miembro fantasma y su control voluntario persisten por años, serían precisamente aquellos —como Mirabelle— desprovistos de nacimiento del miembro real, al no contar, a diferencia del caso anterior, con una biografía acumulada de retroalimentación kinestésica/visual y, por lo tanto, no depender del feedback sensorial. Finalmente, se tiene la visión de que los sujetos que acusan sus miembros fantasmas "congelados" (dolor incluido), estarían padeciendo los efectos de una "parálisis aprendida", conjetura que recibe confirmación por el recurso a la desprogramación de la misma a través de la terapia del espejo (ver más abajo).

Sobre el tercer punto, a las recurrentes explicaciones por i).- el imaginario del paciente (insostenible) y ii).- la irritación de tejido nervioso a nivel de los muñones (neuromas), se añade la que resulta de iii).- errores del re-mapeo del miembro, ya sea por a).- la conexión accidental de fibras nerviosas (información de tacto) con centros de dolor; que hace que toques triviales (vg. al afeitarse) desencadenen dolor insoportable del miembro fantasma; o por b).- la disfunción del 'control de volumen' algésico responsable de la modulación del dolor, y a consecuencia de ello, la reberveración y amplificación ecoica de éste; o por c).- la interpretación hecha por los centros cerebrales superiores del patrón anormal (sinapsis incorrectamente reconectadas, actividad caótica) del input como basura, que es percibida (transducida) a su vez como dolor.

Otrosí, se atienden reportes frecuentes de dolor intenso e insoportable, atribuido a la mano fantasma empuñada, con los dedos (y uñas) clavados con furia en la palma. ¿La razón? —una ausencia de señales desde el dorso/palma de la mano (no habida) que contrarresten, por un lado, las órdenes enviadas de la corteza premotora y motora a la periferia para hacer puño (entiéndase: la orden seguirá y seguirá emitiéndose) y, por el otro, las memorias de dolor almacenadas, respectivas al en-clavado de uñas, en cuanto que conectadas (link hebbiano) al acto de apretar/empuñar la mano de marras.

Luego, el tratamiento de distintas aspectualizaciones del síndrome del miembro fantasma (parálisis, dolor), en Ramachandran, se fundamenta en —y reivindica— la importancia de la retroalimentación visual, kinestésica; procediendo a través de modestos — aunque no por ello menos efectivos— módulos de terapia del espejo, por no apelar ya al inexplorado potencial de los modernos ingenios de realidad virtual, tan complejos como prohibitivos para el paciente medio por su coste. Salvo en aquellos casos en los que el miembro ausente esté sobrerrepresentado, el tratamiento resultará efectivo para una mayoría de sujetos.

Parafraseando lo dicho en la sección anterior: la consideración de todos los datos permite arribar a la conclusión de que la imagen corporal que traemos desde el nacimiento (información genética), y que constituye la base del miembro fantasma, no está determinada de una vez para siempre, sino que puede ser —y necesariamente es— actualizada y refinada en la experiencia.

Otrosí, tenemos que nuestra identificación con un yo basado en la imagen corporal, pese a su aparente solidez, constituye, estricto sensu, una ilusión: una construcción del cerebro funcional a nuestro funcionamiento vital y psicosocial, pero que fácilmente puede ser desafiada ya sea por eventos naturales (experiencias-fuera-del-cuerpo), prácticas culturales (vodoo), o experimentos sencillos de salón [20], monitoreados con la medición de la respuesta galvánica de la piel.

04.— El Zombie en el Cerebro.

En "La Guerra de las Galaxias" (George Lucas), durante el entrenamiento Jedi de Luke Skywalker, el Maestro Yoda le recomienda a su pupilo dejarse llevar por sus instintos antes que por la razón, en aras de asimilar y controlar la "Fuerza". La idea de fondo es que existe algo subconsciente que sabe cómo hacer las cosas, con precisión y exactitud, en ausencia de su identificación y reconocimiento previos; cuando en ocasiones (por decir lo menos) la toma de conciencia suele comportarse como un interferente a los efectos del logro.

Lo dicho líneas arriba no se agota en la ficción. Los francotiradores, por citar un ejemplo, aseguran que de focalizar demasiado en el blanco, el practicante no conseguirá darle al objetivo. Antes bien, aquel debe "dejarse ir" en la proximidad del tiro. En otro escenario, considérense a los jugadores de campo (vg. béisbol, basket), que a su tiempo optan por "liberar a su zombie" obteniendo de esta decisión un rendimiento al milímetro y superior. El lector podrá ampliar la relación con ejemplos extraídos de la vida cotidiana.

Con todo, es en la consulta neurológica donde se revelan pacientes con daño cerebral quienes, habiendo perdido la vista de todo o parte significativa y/o lateralizada de su campo visual, muestran sin embargo gran destreza en la manipulación de objetos (señalamientos, direccionamiento manual, asimiento métricamente preciso, giros, etc): como si dispusieran de un zombie (autómata) en el cerebro.

La explicación neurológica de estas performances extraordinarias exige al autor introducirnos en el conocimiento de los bautizados 'circuito del qué' y 'circuito del cómo' para la visión (descubiertos por Leslie Ungerleider y Mortimer Mischkin); y que en condiciones normales actúan sincronizadamente.

Del globo ocular divergen fibras en dos corrientes paralelas, una más 'antigua' filogenéticamente que va al colículo superior en el tallo cerebral, y otra 'nueva' que se dirige al núcleo geniculado lateral, dentro del tálamo. Esta última va luego al cortex visual y después diverge nuevamente en dos caminos, un 'circuito del cómo' en los lóbulos parietales, que tiene que ver con el asimiento o esquive de objetos, la navegación y otras funciones espaciales; y un 'circuito del qué', en los lóbulos temporales, especializado en el reconocimiento de objetos por su forma, color, etc.

Se advierte responsabilidad en el 'circuito del cómo' relativa a los efectos descritos (ie. vista ciega), que no una pretendida percepción extrasensorial o habilidad paranormal. A través de historias clínicas, experimentos de laboratorio y mentales, el autor nos ilustra, por turnos, sobre la fenomenología que se sigue del eventual deterioro íntegro o selectivo de uno de estos circuitos.

La contribución de este capítulo a la temática general es triple. Primero: oponer a la aparente simplicidad del acto perceptivo (visual), —que la mayoría de sujetos asume por descontado— el visionado de su complejidad, por el recurso a la consideración de las diversas áreas especializadas que intervienen analítica y sintéticamente para la construcción de la imagen; segundo: formular el problema de la unidad de la percepción, ya como producto de una integración global de información a un nivel top del cerebro, o alternativamente, de la sincronización del patrón de descarga de las diversas áreas participantes. Finalmente, concientizar sobre la multiplicidad de zombies que habitan el cerebro humano, de lo que se sigue que las pretendidas 'singularidad', 'rol unificador' e imagen de 'estar a cargo' asignadas a un hipotético Yo, podría ser simplemente una ilusión, aunque una funcional a nuestro comportamiento psicobiológico y social.

05.— La Vida Secreta de James Thurber.

El personaje que da título a esta sección fue un famoso escritor y humorista gráfico estadounidense de mediados del s. XX, quien de niño perdiera un ojo en circunstancias de un accidente doméstico y fuera perdiendo la visión del otro, progresivamente, siendo ya mayor. Su ceguera, sin embargo, contrario a la imagen oscura y lóbrega que se tiene de esta condición, se vio compensada por intensas visiones hiperrealistas, que habrían influido en su talento profesional.

Aunque poco abordado en la literatura médica, esta condición cuando no producto de un accidente que ha afectado el aparato visual, es muy común en el adulto mayor, particularmente en pacientes con glaucoma, degeneración macular, cataratas, retinopatía diabética y otros daños en la retina. El síndrome ha recibido el nombre de su descubridor, el biólogo Charles Bonnet.(1720 - 1773). [21]

Las alucinaciones tienen lugar en el escotoma (i.e. zona de ceguera parcial, temporal o permanente) de los pacientes, con temas que varían según el sujeto. Unos, por ejemplo, ven animales en sus escenarios naturales o artificiales; otros, representaciones al estilo de los cómics o cartoons; quizás jugadores de fútbol y danzantes, imágenes religiosas. Eso sí, con formas y colores muy realistas y vibrantes. Si bien interactúan con la percepción normal, los sujetos que lo padecen suelen tener conciencia de su carácter alucinatorio, salvo que la edad u otra condición se los impida.

A la hora de formular explicaciones para esta condición que ha confundido tanto a médicos como psicólogos, Ramachandran hace una revisión de los modelos del sistema visual y la percepción correspondiente (con particular énfasis en la propuesta del Dr. Gerald Edlman) e invoca el proceso de 'completamiento' o 'rellenado' (filling in) conceptual (de arriba-abajo), en forma análoga al 'completamiento' o 'rellenado' perceptual (de fondo-arriba) que implementan los subsistemas especializados responsables de la visión. Su propuesta de la interacción entre la imaginería y las señales sensoriales en la percepción, recibe apoyo adicional con el fenómeno registrado de dolor de la mano fantasma empuñada y las uñas clavadas en la palma (Cf. 1, cap. 3) debidas a la ausencia de input sensorial que contrarreste —como en condiciones normales— los registros dolorosos (o la imaginería, en Charles Bonnet) preexistentes. [22]

Nota: el 'filling in' es el completamiento de la información ausente a través del punto ciego de visión y del escotoma natural o artificial. Este proceso resulta muy importante en la retórica de Ramachandran, al punto de dedicarle varios experimentos para internalizar su factualidad y significado, en tanto que prestará sus servicios, más adelante (Cf. 1, cap.12), a la comprensión de 'qualia', sus leyes, y la explicación de su necesidad evolutiva.

06.— A través del espejo.

El síndrome que se discute acá es la denominada hemi-inatención ("hemineglect", en inglés) que se sigue de un ataque que compromete al hemisferio cerebral derecho y, particularmente, su lóbulo parietal. Consiste en la indiferencia (no ceguera) del sujeto hacia objetos y eventos localizados al lado izquierdo de su campo visual, incluido a veces su propio cuerpo. Un paciente con este cuadro, se maquillará (o afeitará) sólo la mitad derecha de su rostro (barba) y probará únicamente la comida del lado derecho de su plato, dejando lo demás intacto.

Las implicancias clínicas de esta condición para la calidad de vida del paciente son obvias; pues, más allá del malestar que pueda significar para éste y sus seres queridos, hay que contar con que existe una 'ventana de plasticidad' (crítica) en las primeras semanas que se siguen de una parálisis, que amerita aprovecharse al máximo en el trabajo de rehabilitación; pero que, debido a la indiferencia resultante, el sujeto no pone todo su empeño en recuperar la función de los miembros comprometidos.

Así las cosas, Ramachandran se pregunta si podría valerse de las propiedades reflejas de un espejo apropiadamente emplazado para advertir al paciente de su inatención hacia el siniestro y de este modo contribuir al buen curso de su terapia. Hecha la prueba, sin embargo, se topa con el dato que, la mayoría de pacientes, en vez de inferir el origen de los objetos-estímulo en el campo desatendido e implementar el correctivo, toman el reflejo como si fuera el objeto real y asumen su búsqueda dentro o detrás del espejo, el mismo que se interpone entre ellos y el objeto. El síndrome en cuestión ha sido bautizado por el autor como "agnosia del espejo" ("mirror agnosia" o "looking-glass syndrome", en inglés), como tributo a Lewis Carroll, el recordado autor de "Alicia en el País de las Maravillas".

¿Por qué la hemi-inatención afecta sólo a los sujetos que han comprometido su HCD? —La respuesta es adelantada en calidad de hipótesis por Marcel Mesulam, de la Universidad de Harvard, quien apunta a la diferencia en amplitud de la proyección de la atención entre los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho; donde éste abarca ambos campos visuales, derecho e izquierdo, en su completud; mientras que aquel, más entregado a otras ocupaciones como el lenguaje, está confinado al lado diestro del mundo. De este modo, un daño en el HI puede ser compensado por su contraparte, mas no así uno del HD (que compromete el lado izquierdo).

¿Y qué hay con respecto a la "Agnosia del Espejo"? — A estas alturas de nuestro conocimiento (ignorancia), la respuesta variará según se considere su dependencia o no de la inatención. En el caso afirmativo, aun cuando el sujeto disponga en algún nivel el concepto de la procedencia siniestra (izq) del referente objetual reflejado a la derecha, no puede hacerle justicia por cuanto la "izquierda" no existe en su mundo idiosincrático. Sólo le queda, entonces, asumir el origen dentro o detrás del espejo. En el caso negativo (léase: el síndrome del espejo no es consecuencia directa de la inatención, aun cuando es usualmente acompañado por ésta"), puede interpretarse expresión de un conjunto de déficits con tareas espaciales (sostenimiento simultáneo del reflejo, del objeto y la gimnástica correctiva) debidas al daño en el lóbulo parietal derecho.

07.— El sonido del aplauso con una Mano.

El capítulo nos impresiona una película viva en torno a la "anosognosia", una suerte negacionismo (que alcanza picos confabulativos) que exhiben algunos pacientes con parálisis del segmento izquierdo (brazo, pierna) de su cuerpo, devenido a consecuencia de un ataque que compromete el hemisferio cerebral derecho. Esta condición se acompaña a veces de la "somatoparafrenia", por la que se niega la propiedad de las partes del propio cuerpo, adjudicándola a un tercero (generalmente un familiar).

Las explicaciones a las que habitualmente se acude son:

i).- La psicoanalítica.- En efecto, el síndrome arroja evidencia empírica privilegiada de lo que desde tiempos de Sigmund y Ana Freud se conoce como "mecanismos de defensa del Yo" (vg. negación, represión, formación reactiva, racionalización, entre otros).

ii).- La neurológica.- Que echa mano de la hemi-inatención (síndrome al que nos hemos referido en el apartado inmediato anterior —N. de U.Scenia), es decir, el paciente simplemente no toma nota de que su miembro está paralizado en respuesta a sus órdenes y a las "invitaciones" del interlocutor de turno.

Ninguna de ellas, sin embargo, resultan suficientes al ojo crítico del investigador, dadas sus serias limitaciones al dar cuenta de algunas características:

— En lo que toca a la psicología dinámica: i).- la profundidad/intensidad de la instalación/operancia del síndrome en los pacientes aludidos (exagerada) versus las personas normales (sutil) y ii).- la asimetría lateral, visto el dato fáctico de su exclusividad en pacientes con daño en el hemisferio derecho (parálisis del lado izquierdo del cuerpo), que no del izquierdo (id., del derecho).

— En lo que compete a la neurociencia: i).- la independencia de ambos síndromes (inatención y denegación), es decir su conjunción (i.e. concurrencia de ambos) y disyunción (sólo uno) contingentes en los pacientes; y ii).- la persistencia recalcitrante de la negación, aun cuando se le ha llamado la atención respecto de la parálisis.

La solución propuesta por Ramachandran, primero por vía especulativa (lógica), luego experimental (diseños complejos) y, finalmente refrendada por los resultados de otros investigadores con el uso de la moderna tecnología de imágenes, es el protagonismo del HCD para tratar con las discrepancias. Todo ello asumido el marco de la división del trabajo entre ambos hemisferios cerebrales de cara a crear un sentido de coherencia y continuidad en nuestras vidas.

El capítulo tiene el valor agregadode relievar la contribución de los Freud (padre e hija) en lo que toca a la abstracción de los llamados "mecanismos de defensa del yo" (i.e. negación, represión, reacción formativa, racionalización, confabulación, humor, proyección, etc.), los mismos que se verifican empíricamente y con inacostumbrada intensidad en la clínica de la hemi-inatención y la agnosia del espejo. Ello da pie a disponer de un entorno privilegiado —una vía regia— para someter a prueba las teorías psicoanalíticas, de estar sus cultivadores interesados en su asimilación a la ciencia.

08.— "El Insoportable Parecido del Ser".

El síndrome de Capgras [23] es la entidad nosológica que aplica al sujeto que, lúcido en otros aspectos de su vida mental, incurre en tomar a sus parientes cercanos (usualmente padres, hijos, esposa/o), por dobles o impostores. Puede ocurrir asociado con síntomas psicóticos (incumbencia de los profesionales de la psiquiatría) o como secuela de lesiones traumáticas del cerebro (competencia del neurólogo), adquiridas, por citar un escenario, en circunstancias de un accidente en las pistas. Tal es el caso de Arthur, el juvenil protagonista de un estudio de largo aliento, de Ramachandran, cuyos padres al contacto directo —no así al cable telefónico— adquieren para él calidad de duplicados o impostores.

Cualquiera sea el caso, los psiquiatras de orientación psicodinámica/analítica quieren ver en el síndrome evidencia de las especulaciones freudianas/jungianas sobre el.Complejo de Edipo/Electra, o sea, una actualización de los sentimientos sexuales del sujeto hacia el progenitor de sexo opuesto y la rivalidad con el de su mismo sexo (fase edípica), debida al golpe en la cabeza o algún otro mecanismo liberador (desconocido); con el agregado que, a efectos de salvar la sanidad mental, terminará transformando al blanco de su deseo (atractivo sexual/rivalidad) en impostor.

Con todo lo ingenioso y divertidos que resultan estos planteamientos, amén del acicate que recibiera por el eventual encuentro de un Capgras dirigido a una mascota (que salvo apelación a un bestialismo de fondo, traería abajo la tesis psicoanalítica), el neurólogo prefiere acudir a la data neuroanatómica. Allí la hipótesis que tiene que testar es la desconexión de las áreas de reconocimiento facial (lóbulos temporales) y el sistema límbico (puntualmente, la amígdala). ¿Cómo lo hace? A través de experimentos bien diseñados con imágenes de rostros potencialmente significativos e indiferentes y el monitoreo de la respuesta galvánica de la piel.

Los estudios en cuestión, le permiten extraer principios acerca del almacenamiento y recuperación de memorias, redefiniendo el síndrome como una dificultad para la conexión de sucesivas memorias episódicas, que obligan al sujeto al extrañamiento y la duplicación de blancos (yo, alter, objetos varios).

Una ventaja adicional de este enfoque es que le permite al investigador poner en relación la delusión de Capgras con la Amnesia Anterógrada (asociada al Hipocampo) [24] y los síndromes de Cotard [25] y Frégoli [26].

09.— Dios y el Sistema Límbico.

En este capítulo, la reflexión gira en torno a las razones biológicas y evolutivas que subyacen a la experiencia religiosa de los sujetos (en particular, los pacientes de epilepsia del lóbulo temporal), así como el genio auténtico y las islas de talento (para el cálculo, música, pintura, etc.) en savants y la población general.

* Sobre el primer tema:

Hay personalidades dotadas de cierto insight espiritual, orientadas a la experiencia, a quienes desde antiguo se les reconoce como “místicos”, ya sea que en ellos predomine su condición de fenomenistas psíquicos, santos, metafísicos o maestros espirituales.

Algunos reportes de rasgos de personalidad y experiencias de este tipo apuntan a personas aparentemente normales; otro tanto (aunque no típicamente), a sujetos alucinados (psicóticos); y, finalmente, a pacientes de una condicición clínica particular: la epilepsia del lóbulo temporal. En este último caso, más allá del tenor de las experiencias fundantes y de lo que tienen en común con los relatos místicos de todos los tiempos (particularmente en lo que toca a sus visitaciones por Dios) [27], es frecuente hallamos con sujetos egocéntricos (léase: concientes de su importancia personal) relativamente pedantes (iluminados, escogidos, con autoridad en materia espiritual), y prontos a aprovechar la menor oportunidad de conversación/argumentación (ferviente, obsesiva) sobre temas filosóficos, metafísicos y teológicos.

Aquí conviene una atingencia: la imagen de la 'epilepsia' [28] que prevalece en el imaginario colectivo, proviene de su forma más conocida, "el gran mal", que se expresa en convulsiones recurrentes del paciente, su dramática caída al suelo, acompañada de rigidez y pérdida de la conciencia. Sin embargo, ésta no agota la riqueza de dicha entidad nosológica. Hay que diferenciar, pues, entre los ataques epilépticos que, iniciados por la actividad anormal de un puñado de células, llegan a comprometer al conjunto del cerebro, y aquellos focalizados (confinados) en una región como p.ej. la corteza motora o el sistema límbico. En este último caso, los síntomas serán de corte emocional y místico.

La sección que nos ocupa explora la asociación (léase: compromiso) de las estructuras del sistema límbico con la experiencia y expresión de emociones en un amplio rango, que va desde la rabia y el temor, pasando por intensos orgasmos, hasta las experiencias espirituales de comunión con Dios. De ello han dejado constancia:

— Los trabajos del anatomista James Papez (1935) sobre sujetos fallecidos con rabia.

— Los estudios sobre pacientes con epilepsia del lóbulo temporal, particularmente en lo que toca a la configuración de un tipo especial de personalidad. Y

— Los estudios del psicólogo canadiense Michael Persinger con el estimulador magnético transcraneal aplicado a los lóbulos temporales (especialmente el izquierdo), que produce en el sujeto adecuado la “experiencia de Dios”.

Otrosí, asistimos a las disquisiciones de Ramachandran para formular hipótesis en torno a las bases orgánicas de la experiencia religiosa en estos pacientes, estimar su plausibilidad y la subsecuente puesta a prueba experimental.

Con ello, se concluye la existencia de circuitos en el cerebro humano involucrados en la experiencia religiosa y que devienen hiperactivos en algunos epilépticos; siendo todavía materia de discusión.

Nótese que a las proferencias precedentes subyace una acotación de la competencia del científico en el debate: el descubrimiento de cómo y por qué los sentimientos religiosos se originan en el cerebro; de ningún modo, si Dios existe o no.

* En lo que toca al genio, asistimos a:

— El debate Darwin-Wallace sobre la autosuficiencia de la selección natural para rendir cuenta del origen de las capacidades y talentos mentales; donde a diferencia del primero, el otro rechaza la apelación exclusiva a las fuerzas ciegas del azar para explicar el surgimiento de talentos matemáticos y artísticos cuasi esotéricos. El punto álgido lo pone la identificación de los factores de presión selectiva para el caso de hombres de tiempos prehistóricos, las llamadas 'culturas primitivas' y los savants; los factores de presión selectiva, ya no para la inteligencia cinética (realizada a través de educación formal), sino para la inteligencia potencial, que impresiona estauviera dotada de 'previsión. [29]

— La diferenciación del genio auténtico y los sujetos dotados de islas de talento extraordinarias. [30]

— La hipótesis del despliegue espontáneo de las islas de talento (más o menos esotéricas) a partir de la inteligencia general; la misma que es refutada por el recurso al talento (numérico, musical, etc) de los savants (individuos con inteligencia general abismalmente baja, IQ<50). [31]

— La hipótesis del genio como producto de combinaciones genéticas serendipity, al azar; donde algunos habrán de beneficiarse, pongamos el caso de Einstein,de excelentes habilidades numéricas combinadas con imaginería visual vívida; o como Mozart, quien podía ver y no sólo escuchar sus composiciones. Esta línea de pensamiento, si bien plausible, encuentra su desafío, nuevamente, en su ocurrencia (tipificada) más frecuente entre savants que en la población general. Para terminar, y más puntualmente,

— La hipótesis de Ramachandran sobre la modificación (alargamiento, hipertrofia) —traumática, morfogenética y/u hormonalmente mediadas—, de ciertas regiones cerebrales especializadas (vg. giro angular izquierdo, para el caso del cálculo en savants matemáticos; giro angular derecho, en savants artísticos) a expensas de otras. Sugerencia que, con independencia de su validez, es suceptible de monitorearse.

10.— La Mujer que Murió Riendo.

¿A qué se debe que una persona experimente súbitamente una risa convulsiva que dura horas, días incluso; y que la lleva hasta la muerte?

Si bien contados en la literatura médica (vg. expedientes de Willy Anderson y Ruth Greenough), estos casos acusan daños en la estructura cerebral límbica (ie. hipotálamo, cuerpos mamilares, gyrus cinguli) y sus blancos en los lóbulos frontales, al tiempo que nos alertan sobre la existencia de un circuito evolucionado de la risa.

A partir de aquí, Ramachandran se pregunta por las funciones biológicas y el origen evolucionario del humor, la risa y sonrisa asociados —fenómenos típicamente humanos—; y lo hace puenteando la interpretación debida a Freud [32] (a la que tilda con Peter Medawar de "analgésica") [33], en favor de los datos proporcionados por los etólogos, neurólogos y psicólogos evolutivos.

El modelo evolutivo de la risa que propone Ramachandran invoca la función de la "falsa alarma" [34] (tardíamente modificado por otras variables socioculturales), que informará con el dato etológico de su ocurrencia en primates, al tiempo que soportará deconstruyendo y analizando la gramática del chiste [35], la creatividad científica [36], la reacción infantil a las cosquillas, así como los reportes clínicos de la risita concurrente, ante estímulos naturalmente dolorosos, en sujetos con asimbolia al dolor [37].

El planteamiento central de Ramachandran sobre el origen evolucionario de los eventos asociados del humor/risa/sonrisa, enfatiza su función comunicativa y ecoica de una 'Falsa Alarma' en el entorno-ambiente; esto es, alertar al grupo (primates, hombres en clanes, tribus, etc.) sobre la trivialidad de una anomalía descubierta (fenómeno natural, animales u otros hombres eventualmente depredadores) y que ha conseguido generar expectativa, poner en vilo a sus miembros; cuando en realidad, nada hay de qué preocuparse.

De esto quedan como rezagos:

— la (son)risa nerviosa ante un extraño para disipar tensión: se evalúa su inocuidad, familiaridad o amistad, mientras se le muestra (sutilmente) los caninos. O,

— la carcajada estrepitosa que se desencadena contagiosamente cuando un sujeto (particularmente, uno de autoridad) resbala y cae (pero sin afectar por ello su integridad); en contraste, por ejemplo, con nuestra reacción ante la caída de un anciano y su consiguiente traumatizado. O,

— la que sigue a la tensión contenida con motivo de un chiste, en el que el giro imprevisto que han tomado las cosas tiene implicaciones triviales. O,

— la que acompaña a las cosquillas, una mezcla ambigua de dolor y placer, de fuente "amenazante pero inofensiva", que antes que voluntad de daño o detrimento implica juego.

Obviamente, esto no constituye toda la historia del humor y anejos; pero una vez instalado el mecanismo, éste se adaptará para servir a otros propósitos, como ocurriera con el plumaje de las aves que, en respuesta a la necesidad de aislamiento, evolucionara de las escamas reptilianas, para luego adaptarse al vuelo.

11.— "Ud. Olvidó Asistir el Parto del Mellizo".

A partir de un caso registrado de pseudociesis o falso embarazo en la mujer [38], amén del todavía más extraño expediente de id. en el hombre [39]; o de la factualidad del condicionamiento de la respuesta inmune y la eliminación de verrugas por el recurso a la hipnosis, el capítulo nos introduce la plausibilidad de la llamada "medicina mente-cuerpo" y las "terapias alternativas", como temas de potencial interés científico; con el agregado de advertir que no todo —aunque sí gran parte de las existencias del rubro— es psicocháchara New-Age. Hecha esta declaración, señala, empero, la necesidad y conveniencia de asimilar/deslindar con la herencia del Este, por la vía de los experimentos sistemáticos que siguen la pauta de Occidente.

El autor nos explica —y en cierto modo, justifica— la actitud de los científicos en relación con estos tópicos controvertidos (i.e. psicosomática, medicina mente-cuerpo) valiéndose de la interpretación Kuhniana de la actividad científica y su evolución (ie. ciencia normal vs. ciencia revolucionaria); explicación que se beneficia del concepto de "anomalía" (ie. observación que no se ajusta o es inconsistente con la estructura existente) y las formas cómo los hombres [y mujeres] de ciencia suelen arreglárselas con las de sus respectivos campos (ie. i.- ignorancia, ii.- ajustes menores e hipótesis auxiliares ad hoc y iii.- cambio paradigmático), la necesidad de distinguir entre una anomalía espuria (vg. telepatía, avistamientos repetidos de Elvis) y otra de gran potencial (vg. la deriva de los continentes, de Alfred Wegener y el desorden de Personalidad Múltiple).

12.— ¿Los Marcianos Ven Rojo?

Ya al término de esta relación, Ramachandran no puede desatender uno de los mayores desafíos de la ciencia actual; esto es, alcanzar respuestas sobre los orígenes, mecanismos y leyes de la experiencia subjetiva, la conciencia y el yo: todos, expresiones de aquello que la tradición ha dado en llamar el "fantasma en la máquina".

Según Ramachandran, el misterio central del cosmos en razón de sus implicancias epistemológicas y metafísicas, descansa en la existencia simultánea de dos modos de dar cuenta del mundo y sus fenómenos: la perspectiva de primera-persona (qualia, vivencia subjetiva) y la de tercera-persona (reporte objetivo, conductista, científico), entre las cuales ambos, el lenguaje y la intelección de los filósofos, han tendido un abismo aparentemente insalvable y que es preciso superar. Así, si la antigua sabiduría recomienda disolver esta barrera entre perspectivas (Yo/Él) para realizar nuestra (alegada) unidad con el universo, Ramachandran vislumbra a través de un experimento mental, su posibilidad técnica, en la compartición directa, intersubjetiva, de la experiencia (Qualia), sin mediar tra(ns)ducción alguna [40], que por necesidad aumenta, sustrae y distorsiona información.

'Qualia' aplica a los estados mentales vistos desde su esencial privacía y no-comunicabilidad; esto es, la sensación subjetiva cruda que acompaña, por ejemplo, a nuestro visionado de la sangre (i.e. su rojedad, etc.) o la tipicidad idiosincrática del dolor (i.e. agudo, punzante, etc.). El autor se pregunta ora por su naturaleza epifenoménica (i.e. sin rol causal en el trabajo del cerebro), ora por su razón (necesidad) evolutiva, habida cuenta de la posibilidad (por lo menos retórica, cuando no informada por algún síndrome neurológico) de un ser que se las arregle para sus requerimientos cotidianos al modo de un zombie, sin acceso a Qualia (de allí la conveniencia de la pregunta que funge de título a este apartado).

Pues para el autor, qualia no es un mero agregado que adorna el rendimiento cerebral, sino que su presencia constituye una gran ventaja comparativa en la evolución.

Una vez más, sacando el mejor provecho del fenómeno del "rellenado" (filling in, en inglés), que como se viera en el capítulo cuatro, el sistema visual implementa "discrecionalmente", Ramachandran consigue abstraer las tres características de Qualia que, en conjunto (y no una o dos) permitirán predicar (sí o no) consciencia del comportamiento de una entidad o sistema (vg. un robot, una hormiga, una abeja, un sonámbulo, etc.). Esas características son:

— La irrevocabilidad del lado de la entrada (input), esto es, sólo una representación de partida (vg. objeto de color amarillo) posible.

— La flexibilidad del lado de la salida (output), esto es, infinitas implicaciones o decisiones posibles (vg. puede tratarse de un plátano, ictericia, dientes, etc.). Y

— La disponibilidad de la representación en un registro de memoria inmediata (a corto plazo), de cara al trabajo con ésta, a la toma de decisiones.

O sea, para que qualia exista se necesitan implicaciones potencialmente infinitas del lado de la salida, pero una representación estable, finita e irrevocable en la memoria de corto plazo como punto de partida.

De lo dicho se concluye que la ventaja evolutiva de Qualia radica en la estabilidad que proporciona para el cómputo del comportamiento apropiado a la situación y la supervivencia.

Otrosí, la afectación de qualia (de base neurológica) le permite predicar el asiento de ésta y la consciencia no precisamente en el nivel de los lóbulos frontales (cuya lesión trastorna sobre todo la personalidad), como algunos especialistas pretenden; sino en la economía de los lóbulos temporales y estructuras límbicas asociadas (amígdala, septum, hipotálamo, cortex insular), tal como lo hacen manifiesto los trastornos que se siguen de la epilepsia del lóbulo temporal. Los lóbulos frontales, en lo que toca a qualia, apenas estarían representados por el gyrus cinguli.

El segundo gran tema de este apartado es el "Yo", asociado a Qualia, siendo que ambos fungen de aspectos inseparables de una misma moneda.

El Yo se percibe fenomenológicamente como "algo que reúne todas mis diversas impresiones sensoriales y recuerdos (unidad), que demanda estar 'a cargo' de mi vida, hace elecciones (tiene libre albedrío) y parece permanecer como una entidad singular en espacio y tiempo" (amén de su encaje en un contexto social). Se hace un recuento de las aspectualizaciones (características) de esta entidad como son: el yo-corporizado, el yo-pasional, el yo-ejecutivo, el yo-mnemónico, el yo-unificado, el yo-vigilante, el yo-conceptual y el yo-social, así como de las estructuras cerebrales implicadas, lo que dejamos por cuenta del interesado(a).

Para nuestro autor, es probable que la ciencia vigente esté en la vía de soportar la misma conclusión a la que los sabios hindúes arribaran y enseñaran desde antiguo, en torno a la naturaleza del Yo y el puesto del Ser Humano en el Universo.

Y es que, en efecto, las conclusiones de la cosmología, la teoría de la evolución, y las ciencias del cerebro-mente, se condicen con la idea de que lo que entendemos por Yo (su naturaleza) —o si se quiere, la separación entre el Yo y el No-Yo— es mera ilusión (léase "Maya", entre los hindúes). Asimismo, que el humano carece realmente de una posición privilegiada (espectadora) en el cosmos, siendo parte de su eterno flujo y reflujo.

CONCLUSIONES.-

1.— A pesar de lo arraigada y difundida que está la experiencia subjetiva de un yo unitario que resiente, organiza y está a cargo de nuestra vida psíquica, otorgándole continuidad en el espacio y el tiempo; es probable que aquella no sea sino una ilusión.

2.— La ilusión del yo unitario e integrador sale a relucir especialmente cuando tomamos conciencia de la participación de 'zombies' y 'fantasmas', tributarios de la actividad cerebral, en la economía de nuestro comportamiento, ya en condiciones funcionales, patológicas o experimentales.

3.— Aguda perspicacia gnoseológica en relación con esta tópica ha sido mostrada por los sabios hindúes con la doctrina de 'Maya' (la Ilusión Cósmica y del Yo) y por el mismísimo Sigmund Freud, quien hiciera de la destronización/humillación del hombre respecto de su pretendido cosmoposicionamiento privilegiado, el denominador común de todas las revoluciones científicas.

4.— La sensación subjetiva (qualia) surge en el proceso evolutivo no como epifenómeno de la actividad cerebral, sino como tributo a la necesaria estabilidad perceptual (percepciones reales vs. imágenes internas y creencias) funcional a la toma de decisiones y la supervivencia. Como tal, está sujeta a leyes: irrevocabilidad de entrada, flexibilidad de salida y disponibilidad en la memoria de corto plazo.

5.— Las leyes de qualia en cuanto que concurran en su totalidad en un sistema dado, nos permiten predicar 'consciencia' de éste.

6.— Condiciones clínicas raras ('miembro fantasma', 'Capgras', 'hemi-inatención', 'personalidad múltiple', entre otras), que usualmente han recibido postergación teorética (para no hablar ya de la correcta intervención) de parte de cientistas y tecnólogos, constituyen un espacio de investigación privilegiado de la organización de la mente y la naturaleza humana; y en esa calidad debiera asumirse su exploración científica, no como simples "curiosidades".

7.— La neurociencia impresiona ser necesaria pero no suficiente para dar respuesta a las complejidades (y exquisiteces) de la Naturaleza Humana, el Yo y la Consciencia, ya por la etapa de su actual desarrollo ("Faradayiana", que no de "Maxwell" en Ramachandran); cuanto, probablemente, por el estatuto ontológico y aspectualizaciones de sus blancos (lo social, lo espiritual, etc.).

8.— Por lo mismo, la evaluación/intervención neurológica no sustituye a —en ocasiones requiere de sinergia con— las soluciones psicológicas, psicodinámicas (e inclusive místicas: vg. personalidad y eventos asociados con la epilepsia del lóbulo temporal) a los rendimientos o comportamientos desviados/anómalos/patológicos; pero regularmente (dependiendo de la evidencia/sospecha de organicidad) conviene una base de reflexión crítica sobre el circuitaje cerebral (estructuras y mecanismos) potencialmente comprometido.

9.— Las grandes intuiciones y realizaciones gnoseológicas como terapéuticas presentes en el legado sapiencial ancestral (vg. india) y sus ecos en las llamadas medicina tradicional, alternativa, mente-cuerpo, etc., en tanto que plausibles, requieren ser sometidas a la rigurosa validación experimental que caracteriza a la actividad científica de Occidente. La pre-visión de su valiosidad no implica fe ciega.

10.— Con todo, los avances del corpus neurocientífico es tan apabullante, al punto que el siglo XXI será recordado como la era dorada de la neurología y la medicina mente-cuerpo.

APRECIACIÓN FINAL.-

Realmente, una obra fuera de serie, de lectura sugerida al estudioso por:

— La validez ecológica [41] de su tópica: temas que tocan directamente el núcleo de nuestra humana naturaleza, como son nuestro origen y devenir evolutivo, el estatuto de la subjetividad y el "yo", el humor y la risa, el genio y el talento, los mecanismos de defensa, el puesto del viviente humano en el universo, etc., dejan de ser exclusividad de filósofos, especuladores y novelistas, para ser enfocados a la luz de la ciencia experimental.

— Su estatura filosófica y científica.- Lejos de quedarse en el fenomenismo de los síndromes por los síndromes, Ramachandran utiliza la información capitalizada de sus casos y el aporte de otros investigadores, en pro de la comprensión de otros; para formular hipótesis atrevidas, pero plausibles y experimentalmente testables. Otrosí, percibimos muchas instancias en las que el autor sienta cátedra; por ejemplo, al integrar el enfoque kuhniano para la creatividad y revoluciones científicas, con el comportamiento diferenciado de ambos hemisferios cerebrales, al integrarla y el enfoqe experimental de la ciencia.

— La evaluación (intra, inter) implícita o discretamente comunicada de las fuerzas, debilidades, oportunidades e impacto efectivo (o potencial) de diversos marcos discursivos y pragmáticos (psicoanálisis, psicología evolutiva, medicinas mente-cuerpo, etc.) en el cumplimiento del respectivo propósito académico y/o encargo social. Y, no menos importante:

— Su virtuosismo en la organización lógica y expositiva que, apelando a la 'casuística' (insólita) apropiada, la problemática bien planteada, el 'contexto-pragmático-de-la investigación-centrada-en-la-relación-humana', la formulación y prueba de hipótesis, amén de sendas 'grageas de humor' en su justa posología, consigue conjurar las dificultades intrínsecas de la materia y mantener intacto el interés del lector, cuanto catapultar su gusto por la ciencia, allí donde otros terminan saturándolo con información "no significativa" al aprendizaje y desarrollo personales.

Desarrollado por: S. Eduardo Mendoza M.
Urania Scenia & Itipcap,
Octubre de 2012.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

○ Para esta contribución se ha tomado como fuente basal:

1. RAMACHANDRAN, V.S. & BLAKESLEE, Sandra (1998): “Phantoms in the Brain. Human Nature and the Architecture of the Mind.” Fourth Estate.

○ Otrosí, se acusa la revisión complementaria de la siguientes fuentes:

2. BAGGINI, Julián (2011): “The Ego Trick.What Does It Mean To Be You?” Granta.

3. BONIN, Werner (1983): “Diccionario de Parapsicología”.Tomo 1. Alianza Editorial.

4. BLANCO, Desiderio & BUENO, Raúl (1989): “Metodología del Análisis Semiótico”. Universidad de Lima.

5. BUNGE, Mario & ARDILA, Rubén (1988): “Filosofía de la Psicología” Ariel.

6. COLECTIVO DE AUTORES (1977): “Los Extrasensoriales”. Colección: Los Poderes Desconocidos del Hombre. Ediciones 29.

7. ENOCH, David & BALL, Hadrian (2001): “Uncommon Psychiatric Syndromes.” Arnold Publishers.

8. GEIGER, John (2009): The Third Man Factor. Surviving the Impossible. Canongate Books.

9. GONZÁLEZ, Eduardo (2009): “Don Tuno, el Señor de los Cuerpos Astrales”. UAP - Fondo Editorial.

10. HILLSTROM, Elizabeth (1998): "Probad los Espíritus". Ediciones Puma del CENIP.

11. RANDALL. John (1980): “La Parapsicología y la Naturaleza de la Vida. Una Evaluación Científica”. Diana.

12. ROSENHAN, David & SELIGMAN, Martin (1995): “Abnormal Psychology.” Norton.

13. ZEMAN, Adam (2008): “A Portrait of the Brain.” Y.U.P.

ENLACES EXTERNOS RECOMENDADOS.-

1. V.S. Ramachandran discursa sobre el Síndrome Doloroso de Miembro Fantasma y la Terapia del Espejo

http://www.youtube.com/watch?v=4Gwl_WIihNc

○ Repositorio: Canal de puntodevida, en YouTube.

2. Oliver Sacks discursa sobre el Síndrome de Charles Bonnet

http://www.youtube.com/watch?v=JyV_bDXmSk0

○ Repositorio: Canal de radiodread012, en YouTube.

3. Un video ilustrativo sobre el Síndrome de Capgras

http://www.youtube.com/watch?v=4_apZnteUIM

○ Repositorio: Canal de smartplanet, en YouTube.

4. Molleurus Couperus: "Elena G. de White: ¿Profeta de Dios o Epiléptica del Lóbulo Temporal? Importancia de la Herida de la Cabeza de la Señora Elena G. de White".

http://www.sindioses.org/examenreligiones/epilepsia01.html

NOTAS.-

[1] En Urania Scenia somos amigos de controlar las proferencias de un discurso por otro, en un entorno poliocular, a los efectos de disponer de un panorama amplio de la cuestión, más allá de las particulares e idiosincráticas conclusiones. Esta política aplica simultánea o sucesivamente al conjunto de nuestras comunicaciones. [volver]

[2] Sobre la "Visión Ciega", escribe Mario Bunge:

Los pacientes que han sufrido una lesión en la corteza visual primaria experimentan una mancha o área ciega (escotoma) o incluso cegera total. Esto es al menos lo que dicen. En realidad, pueden tener una considerable visión residual sin consciencia de sí misma, de donde no pueden describir los objetos que en realidad ven con su “segunda vista”. Esto quedó demostrado mediante la iluminación brillante sobre esas “manchas ciegas” y el pedido a los sujetos de que adivinaran qué se les mostraba. En la mayoría de los casos adivinaron correctamente [Poppel, Held y Frost, 1973; Weiskrantz, 1980). Por tanto, se trata de procesos de visión inconsciente, y sugieren la existencia de un segundo sistema visual. (Véase Stoerig, Hubner y Poppel, 1985). Una situación paralela es la del “tacto ciego”(Paillard, Michel y Stelmach, 1983). Es posible conjeturar que en el resto de las modalidades sensoriales existen fenómenos semejantes, de tal modo que en general se pueda hablar de percepción no consciente. (La diferencia entre ésta y la percepción subliminal reside en que en la última es necesario que no haya lesión anatómica precisa,de modo que implique diferentes sistemas neurales). (5:326). [volver]

[3] Los aludidos 'circuito del cómo' y 'circuito del qué' son abordados más adelante en el capítulo 4. [volver]

[4] Con el epíteto 'patológico' se llama la atención aquí sobre algunas variantes de Déjâ Vu que, a diferencia de los ocasionales y relativamente veniales, sugiere lesión o daño cerebral. Tal es el caso de las ocurrencias asociadas a una condición epiléptica localizada, como lo ilustra el caso de Shona, expuesta por Adam Zeman en su libro 'Un retrato del Cerebro' (Cf. 13:119-21). [volver]

[5] Al respecto, la psicóloga cristiana Elizabeth Hillstrom escribe:

Una segunda versión de la hipótesis sobre el autoengaño sugiere que los canalizadores sufren del síndrome de personalidad múltiple (SPM) y que los seres que suponen canalizar son simplemente personalidades alternantes a las que no identifican correctamente. Desafortunadamente, esta hipótesis no llega a explicar mucho, por el hecho de que los médicos todavía no tienen una comprensión plena del SPM. (10:197).

Añádase acá que la controversia no termina en la asimilación, sino que los constructos absorbentes son, ellos mismos, discutibles. Así, el filósofo Julian Baggini acusa sospecha sobre la metodología clínica que conduce al diagnóstico de Personalidad Múltiple / Trastorno de Identidad Disociativo, particularmente el modo cómo los terapeutas traen los distintos alters (yoes) a la superficie. [volver]

[6] El síndrome de 'personalidad múltiple' ('trastorno de identidad disociativo', en el DSM IV), es definido como “la ocurrencia de dos o más personalidades en el mismo individuo, cada una de las cuales es suficientemente integrada para tener una vida relativamente estable de sí misma y recurrentemente tomar control completo del comportamiento de la persona”. [Taylor y Martin 1944; DSM IV. Citado por Rosenham & Seligman (12:297)].

Hay que notar que cada uno de las personalidades, alters o yoes está definitivamente aislado —balkanizado, dirá Ramachandran— de los otros. O, como lo pone Julian Baggini: "Una 'barrera de memoria' se ha erigido entre los alters, para que los recuerdos, pensamientos y acciones de los alters lleguen a estar completamente separados unos de los otros". (2: 78).

El síndrome ha recibido atención en la literatura por R. L. Stevenson en su clásico "Dr. Jekyll y Mr Hyde". A su vez, en la pantalla grande destaca, del director Gregory Hoblit, "Las Dos Caras de la Verdad" (1996), donde la condición se actualiza en la extraordinaria actuación de Aaron Stampler/Roy (Edward Norton), ora un mozuelo que alterna dos personalidades (una tímida y otra decididamente antisocial), ora un sujeto de personalidad psicopática que se aprovecha de las ventajas de este síndrome ante la ley (figura de impunibilidad) para cometer su acto criminal y salir libre, dejando en entredicho el profesionalismo de los abogados como —y, sobre todo— psicólogos (léase con mayor precisión: el plantel de abogados y la psicóloga de ocasión).

A pesar de las dudas que les merece a los neurólogos la existencia de este síndrome, debidas en parte a las sugeridas reservas de los psiquiatras a la hora de presentar un expediente típico, Ramachandran la considera una anomalía valiosa, dedicándole varias entradas como la supuesta capacidad de estos pacientes —registradas clínicamente— para cambiar literalmente la estructura de sus ojos (miope/hipermétrope/visión 20/20), su color (marrón/azulado), la química de su sangre (niveles normal/elevado de glucosa sérica), etc., cuando asumen diferentes personas. Entre otras razones que tiene el autor para admitir la plausibilidad del síndrome está, por ejemplo, su repertorio de bifurcación de personalidades en pacientes con el síndrome de "negación" ("denial", en inglés), conseguida a través del recurso de irrigación del canal de la oreja izquierda con agua helada, y mediando el movimiento nystagmus de los ojos. (Cf. 1:144 ss) [volver]

[7] La co-consciencia es la condición en la cual un sujeto no percibe su vida psíquica integrada en torno a un yo, sino como poseyendo más de uno, diferenciados en su modo de ser; lo que ya va algunos pasos por delante de la simple percepción de uno mismo como "multifacético". "Los diferentes alters son conscientes de los otros, comparten y pasan información, y pueden incluso ver qué pasa si ellos escogen, cuando no son la persona en control del cuerpo" (2:93-4) La condición se condice con la retórica pos-moderna. Esta terminología no supone, como en el caso anterior, la existencia de patología; apenas desviación de lo que se considera 'normal' (i.e. el yo integrado). [volver]

[8] En cualquier caso, disponemos de una metáfora para asimilar la condición de multiplicidad del yo, idiosincrática o patológica, que invoca al ordenador (desktop computer). A este respecto, Julian Baggini introduce la analogía de los diferentes yoes, como los usuarios distintos de una computadora compartida, cada quien se 'loguea' como A, B, C, etc., y, al hacerlo, tiene acceso a un espacio virtual con los diferentes files y funciones permitidos a su 'perfil de usuario', cuanto separado de los otros por una "barrera de memoria".

La analogía aplica al Yo, con el cuerpo y el cerebro como hardware, y el cerebro fungiendo de procesador (CPU). El 'software' es cómo el sistema ha llegado a ser 'cableado'.

Baggini admite que aunque sugestiva, esta metáfora es imperfecta puesto que para el caso del TID, el logueado en on y off no es consciente, y el switching es más automático. (Cf. 2: 81-2). [volver]

[9] Ramachandran es escueto en lo que entiende por “epistemología experimental”: el estudio de cómo el cerebro representa el conocimiento y la creencia (1:3), llevado de la clínica al laboratorio; de suyo, una “libre construcción” para provocar a los filósofos. Con todo, creemos hacerle justicia si lo interpretamos como la cooperación de las dos más grandes agencias del conocimiento (epistemología y ciencia experimental) a la hora de hacer teoría comprensiva y explicativa de la experiencia subjetiva humana, el yo y la conciencia. Nótese el precedente de un desafío similar (aunque más ambicioso) debido a Jean Piaget, cuando en abierto desafío a la filosofía de su tiempo abordó temas de interés gnoseo-epistemológico a través de la ontogénesis psicogenética (psicología del desarrollo), puesta en contexto experimental. [volver]

[10] Nuestros lectores recordarán que a René Descartes debemos la formulación del "dualismo interaccionista", doctrina pertinente al problema cuerpo-mente, que distigue en el ser humano dos substancias, la 'res continua' y la 'res cogitans'. En la propuesta Cartesiana, el hombre a diferencia de los animales todavía preserva su alma. La radicalización del materialismo provino de Julién de La Mettrie (materialista reductivo o fisicista), quien expulsa el alma de la economía humana. A la posición seminal de Descartes, el filósofo Gilbert Ryle, hacia 1949, en su ataque pro-conductista a la noción de "alma" o "mente", refirióse "con abuso deliberado", como el "Dogma del "Fantasma en la Máquina".(Cf. 5:25-6, 11:57) [volver]

[11] Por 'Imagen Corporal', Ramachandran entiende aquí la imagen interna y memoria del cuerpo, que incluye la posición de nuestros miembros y movimientos en espacio y tiempo: un ensamblaje de experiencias vibrante e internamente construido. El constructo ha sido acuñado por Lord Russell Brain y Henry Head, dos eminentes neurólogos ingleses. (Cf. 1:44, paráfrasis nuestra). [volver]

[12] 'Yo' es algo que "reune todas mis diversas impresiones sensoriales y recuerdos (unidad), alega estar "a cargo" de mi vida, hace elecciones (tiene libre albedrío) y parece persistir como una entidad singular en espacio y tiempo. También se ve a sí mismo anidado en un contexto social". (1:246). El concepto 'Yo' es tratado in extenso en el capítulo 12. [volver]

[13] El concepto 'Qualia' refiere a la sensación subjetiva. Es tratado in extenso en el capítulo 12. [volver]

[14] Un 'Zombie', en el uso que le da Ramachandran, es un pretendido autómata que despliega determinados comportamientos o tareas con eficacia y eficiencia pero sin mediar consciencia alguna. El concepto es una metáfora antropomorfa de procesos cerebrales del llamado 'circuito del cómo'. [volver]

[15] Según Rosenhan & Seligman, las delusiones son:

falsas creencias que resisten todo argumento y se sostienen frente a la evidencia que normalmente sería suficiente para destruirlas. Un individuo que cree que ha bebido de la Fuente de la Juventud y es, por consiguiente, inmortal, sufre una delusión. Y el individuo que cree que él no sólo tiene conocimiento de estas aguas legendarias sino también que otros están conspirando para hacerse de su conocimiento secreto, probablemente está sufriendo de varias delusiones. (12:422-3). [volver]

[16] Sobre el tema de las entidades paranormales existen tres interpretaciones. Una, que la atribuye a trastornos de percepción mediados por variables organísmicas y /o ambientales (psicológica) o creaciones subjetivas/objetivas (plásticas) del inconsciente (psicodinámica); y otra, que invoca la participación de entidades desencarnadas "atrapadas" o seres transdimensionales. [volver]

[17] * GSR: Respuesta Galvánica de la Piel (Poligrafía), ** PET: Tomografía de Emisión de Positrones, *** MEG: Magnetoencefalografía, ****fMRI: Resonancia Magnética Funcional. [volver]

[18] Para la visión modular, las diferentes partes del cerebro están altamente especializadas para el desempeño de capacidades mentales, tales como la memoria, el lenguaje, el cálculo matemático, el reconocimiento de rostros, etc. Por su parte, la visión holista del cerebro (que se solapa con el conexionismo), sostiene que éste funcionaría como un todo, de modo tal que una parte dada es tan buena como cualquier otra de cara al desempeño de una tarea dada. En estas condiciones, pensar en la existencia de módulos especializados es un error de concepción cuanto una pérdida de tiempo. [volver]

[19] El punto de vista del autor sobre este debate consiste en evitar irse a extremos. Que ambos enfoques —modular y holista— no tienen por qué ser mutuamente excluyentes. Aunque, a su criterio, la experiencia clínica favorece la idea de módulos cerebrales en términos de circuitos. La preferencia de Ramachandran por la visión modular se hace patente en varias secciones. Por ejemplo, en el capítulo 4, cuando señala explícitamente "Si Ud. está buscando evidencia de modularidad en en cerebro (y municiones contra la teoría holista), las áreas visuales son el mejor lugar para mirar" (1:80); o en el capítulo 12, cuando dispensa a los lóbulos frontales del compromiso enfático con qualia y la consciencia, a favor de los lóbulos temporales (Cf. 1:244-5). [volver]

[20] En el libro se describen dichos experimentos en el cap. 3. [volver]

[21] La Wikipedia nos introduce el Síndrome de Charles Bonnet en los siguientes términos:

El Síndrome de Charles Bonnet (SCB) es una condición que causa, en los pacientes con pérdida visual, complejas alucinaciones visuales, por primera vez descrita por Charles Bonnet en 1760 [cita] y por primera vez incluida en la psiquiatría de habla inglesa en 1982 [cita]

Características.-

Los pacientes, que son gente mentalmente sana a menudo con pérdida significativa de visión, tienen alucinaciones visuales vívidas, complejas, recurrentes (percepciones visuales ficticas). Una característica de estas alucinaciones es que usualmente son "alucinaciones liliputienses" (alucinaciones en las cuales los personajes u objetos son más pequeños de lo normal). La alucinación más común es de caras o cartoons.[cita] Los pacientes comprenden que las alucinaciones no son reales, y las alucinaciones sólo son visuales, o sea, no ocurren en cualquiera de los otros sentidos, vg. audición, olfato o gusto [cita]. Entre los adultos mayores (>65 años) con pérdida significativa de visión, se ha reportado la prevalencia del Síndrome de Charles Bonnet entre 10% y 40%; un estudio australiano reciente ha encontrado la prevalencia de 17,5% [cita]. Dos estudios asiáticos, sin embargo, reportan una prevalencia mucho más baja [cita]. La alta incidencia de no reporte de este desorden es el mayor obstáculo para determinar la prevalencia exacta; se piensa que el no-reporte es resultado del temor de los pacientes de discutir los síntomas debido al temor de ser rotulados con insanidad mental [cita]

La gente que padece el SCB puede experimentar una amplia variedad de alucinaciones. Las magénes de complejos patrones coloreados y de gente son más comunes, seguidas por animales, plantas o árboles y objetos inanimados. Las alucinaciones también suelen encajar en los alrededores de la persona [cita].

[Tomado de Wikipedia en Inglés, bajo la entrada: 'Charles Bonnet Syndrome'. Para un visionado completo del artículo (que incluye causas, prognosis, tratamiento, etc, incluido el citado de fuentes, véase: http://en.wikipedia.org/wiki/Charles_Bonnet_syndrome].
Traducción Nuestra. [volver]

[22] En el libro "Don Tuno, el Señor de los Cuerpos Astrales", Eduardo González Viaña registra un incidente en el cual, en medio de una mesada, el gran curandero-brujo peruano Eduardo Calderón Palomino percibe muy vívidamente un juego de fútbol (Cf. 9:365), inducido aparentemente, a más del estado alterado del oficiante, por el hecho que alguien colocara en la mesa, inopinadamente, una foto de la selección peruana. La pregunta natural es si un mecanismo como el de Charles Bonnet estaría de algún modo implicado en esta y otras imaginerías. La sugerencia dista de inoportuna, cuando el mismo Ramachandran, en un acceso de escepticismo que, suponemos, sacará de sus casillas a más de un paranormalista, sugiere que un número de reportes de avistamientos [por sujetos únicos] de OVNIS, ángeles y fantasmas, tendría que ver con este síndrome (Cf. 1:106). [volver]

[23] La delusión de Capgras es presentada por Enoch & Ball como un "síndrome no común, colorido, en el cual el paciente cree que una persona, usualmente relacionada con él, ha sido reemplazada por un doble exacto". (7:1). Pertenece a la clase de Síndromes de Falsa Identificación Delusiva, siendo dentro de ésta el de más frecuente ocurrencia. Fue descrito por primera vez en 1923 por Capgras y Reboul-Lachaux, quienes utilizaron el término l'illusion des sosies, la ilusión de dobles. Enoch & Ball consideran, sin embargo, que aplicar a esta condición el constructo "ilusión" es equivocado, por cuanto la patología central es una creencia "delusiva" y no un desorden de percepción.

Características clínicas del síndrome son:

— El síndrome de Capgras raramente ocurre en estado puro. Usualmente acompaña u ocurre en el contexto de otra enfermedad psicótica reconocida.

— A pesar del intenso interés en una posible etiología orgánica, el 70% de casos reportados ocurrieron en asociación con una psicosis funcional.

— En la mayoría de casos la psicosis funcional es de un tipo esquizofrénico paranoide (Wallis, 1986; Signer, 1987). Puede, sin embargo, ocurrir también como una característica paranoide de una psicosis afectiva, en ambas fases, la maniaca y la depresiva. [volver]

[24] Amnesia Anterógrada es una condición clínica asociada al hipocampo que incapacita al sujeto para formar nuevos recuerdos a partir de un punto dado de su biografía (vg. accidente, cirugía); congelándolo en el tiempo (recuerdos precedentes intactos). El caso paradigmático corresponde al paciente H.M., a quien, en una etapa temprana de la neurocirugía, le fueron removidas quirúrgicamente dos estructuras en forma de caballito de mar (los hipocampos) con ocasión de una forma de epilepsia intratable. Para estos pacientes el contenido de un periódico, un chiste o una relación personal, con independencia de la cantidad de interacciones habidas, resultará siempre nuevo. Conocida en la actualidad la tamaña importancia del hipocampo en lo que toca a la memoria (Nota: lo que no equivale a decir que sea el centro de la memoria), los médicos le tienen un gran respeto a esta estructura y nunca la extraerán sobre todo bilateralmente. Similar efecto puede encontrarse en pacientes de alcoholismo crónico o hipoxia.

Los cinéfilos están invitados a apreciar esta condición en la película de Christofer Nolan (el mismo Director de "Batman empieza" y secuelas) que lleva por denominación: MEMENTUM. [volver]

[25] El Síndrome de Cotard (Le Délire de Négation) es presentado por Enoch & Ball como una "condición no común en la cual la característica central es una delusión nihilista, la cual, en su forma completa conduce a un paciente a negar su propia existencia y la del mundo externo" (7:155). La descripción primera la debemos a Cotard, en 1880 y luego en 1882 y 1891.

Una puntualización de este síndrome la debemos a Ramachandran, en términos de un "extraordinario desorden" en el cual "un paciente asegurará que está muerto, alegando oler carne putrefacta o gusanos arrastrándose por toda su piel" (1:167). El mismo autor indica que en estos casos se corre el riesgo de saltar fácilmente a la conclusión de insanidad mental, incluso por parte de los neurólogos. Desde su perspectiva (hipótesis por evaluar), se trataría de una radicalización de la delusión de Capgras, en el sentido que, como se dijera antes, aquí sólo el área de reconocimiento de rostros está desconectada de la amígdala, mientras que en Cotard, quizás todas las áreas sensoriales estén desconectadas del sistema límbico, conduciendo a una completa ausencia de contacto emocional con el mundo. La manera de contrastar esta hipótesis sería a través de la respuesta galvánica de la piel, que para el caso mostraría completa pérdida para todo estímulo externo. [volver]

[26] Del Síndrome de Frégoli, debemos a Enoch & Ball la siguiente información, más en contexto psiquiátrico:

Ilusión de Frégoli.- Descrito por Courbon y Fail en 1927; el paciente identifica a sus supuestos perseguidores en varias personas, i.e. en el doctor, las enfermeras, la servidumbre, un vecino y un cartero, siendo acusado el perseguidor de cambiar caras, como lo hacía el famoso actor europeo Frégoli en el escenario. (6:2).

Por su parte, Ramachandran, en un contexto más neurológico, nos dice que es la condición en la cual "un paciente se mantiene viendo a la misma persona por todas partes" (1:171). Vg. Al caminar por la calle casi todos los rostros de mujeres se parecen al de su madre o casi cada hombre joven podría parecerse a su hermano. Al respecto, el neurólogo predice que un paciente tal puede tener un exceso de conexiones de las áreas cerebrales de reconocimiento de rostros con la amígdala. De este modo, cada cara podría ser imbuida de familiaridad y "brillo", causándole ver la misma cara una y otra vez (1:171). [volver]

[27] Se ha sugerido la hipótesis de que las experiencias místicas de la Sra. Elena G. de White, cofundadora del Movimiento de los Adventistas del Séptimo Día, —quien destacara además de su gran carisma humano y genuina vocación espiritual, por su vasta e inspirada autoría bibliográfica—, tendrían su origen orgánico en una condición epiléptica del lóbulo temporal. (Cf. 4, en enlaces externos).

En otro giro, Julian Baggini, comenta el caso de Suzanne Segal, de EEUU, quien a raíz de una experiencia trascendental que tuviera alrededor de los 27 años, y sus realimentaciones, desarrollara una carrera de activista e instructora espiritual. Sin embargo, el diagnóstico tardío de una tumoración cerebral avanzada que la llevaría finalmente a la muerte daría cuenta de sus experiencias místicas más trempranas, al tiempo que sembraría disonancia cognoscitiva (y las expectables racionalizaciones) entre sus seguidores (Cf. 2:26-8). Como se observa, esta conexión entre eclosiones espontáneas de experiencia espiritual y patología cerebral es crítica. [volver]

[28] La Epilepsia es el mejor ejemplo de un desorden cuyos síntomas primarios son "positivos"[*]. La epilepsia es un desorden común que afecta a más de un millon de estadounidenses. El daño al tejido neural producido por cualquiera de los agentes de la enfermedad, puede dejar el tejido irritable y conducir a una mayor actividad sincronizada debido al daño de los sistemas inhibitorios o porque el residuo de los daños (v.g. tejido cicatricial) excita las neuronas vecinas. La actividad excesiva que se produce, conocida como ataques ["seizures", en inglés], conduce a una exagerada expresión de la función del área. Los ataques ocurren intermitentemente, con repentina descarga de neuronas. Estas pueden ser extensas, conduciendo a contracción muscular a lo largo del cuerpo y pérdida de conciencia, o pueden ser mucho más localizadas. La parte del cerebro o el tipo de evento mental que aparece primero en el ataque epiléptico es un indicador de la localización del daño primario en el cerebro. Dependiendo de la localización del tejido irritable, los síntomas primarios pueden ser sensoriales (vg. una alucinación), motor (vg. espasmos o contracciones musculares más grandes), o emocionales (vg. miedo o risa). A veces, los eventos iniciales del ataque epiléptico producen un aura, o síntomas leves tales como sensaciones inusuales o sentimientos relacionados al lugar del daño.Algunos ataques epilépticos se extienden progresivamente del sitio original a otras partes del cerebro. La epilepsia puede ser tratada por la vía de controlar el agente de enfermedad que la causó, por drogas que reducen la irritabilidad de las neuronas, o por cirugía que extrae el tejido nervioso irritado (Adams, 1989). (Cit. en 12:660).

[*] Los tipos de síntomas que pueden aparecer después de una lesión del sistema nervioso pueden ser positivos o negativos. El sentido común sugiere que el daño debe resultar en síntomas negativos —pérdida o deficiencia en la función que el área lesionada sirve. Esto es muy cierto, pero no todo el tiempo. A veces hay síntomas "positivos", que pueden ocurrir por dos razones. Primero, el daño puede causar irritación y puede incrementar la actividad de neuronas en el área lesionada. Segundo, si la lesión decrementa la actividad de un área que inhibe otra, habrá un incremento de actividad debido a la liberación de la inhibición (v.g. el signo Babinski). En cualquiera de los casos, los síntomas son positivos en el sentido de que hay más actividad en el sistema nervioso y más conducta en el organismo (Adams, 1989). [volver]

[29] Para que el lector adopte una idea del talento de los calculadores prodigio (distinto de genio matemático), citamos sendos ejemplos registrados de dos expedientes:

○ Louis Fleury

— Multiplicar 649 por 367. Respuesta: 238 183, en 10 segundos.

— Dividir 20 700 por 48. Respuesta: 431, residuo 12, en 3 segundos.

— Elevar 94 a la cuarta potencia. Respuesta: 78 074 896, en 15 segundos.

— Elevar 2 a la trigésima potencia. Respuesta: 1 073 741 824, en 40 segundos.

— Extraer la raíz cuadrada de 222 796. Respuesta: 472, restan 12, en 12 segundos.

— Extraer la raíz cúbica de 456 609. Respuesta: 77, resta 76, en 13 segundos.

— Extraer la raíz quinta de 1 935 752 415. Respuesta: 72, resta 834 783, en 3 minutos 10 segundos.

También le fueron presentados problemas de otro género. Por ejemplo, el profesor Sainte-Lague le da el total de un número elevado al cubo y de otro número de cuatro cifras. Fleury debe responder cuál es el número que ha sido elevado al cubo , así como el número que fue agregado a este cubo.

  RESPUESTA
Número dado n3 +ni Tiempo
211 717 440 596 8 704 25"

— Descomponer 6 137 en cuatro números cuadrados perfectos. Fleury da tres respuestas sucesivas:

Rpta 1er Nº n2 2do Nº n2 3er Nº n2 4to Nº n2 Tiempo
1a R 5476 74 400 20 225 15 36 6 2'10"
2a R 6084 78 36 6 16 4 1 1 10"
3a R 5776 76 225 15 100 10 36 6 1'20"

Fuente: TOCQUET, Robert. Los Calculadores Prodigio. En: (6:33).
(El formato tabular es nuestro —Urania Scenia).

○ Paul Lidoreau

Una de sus especialidades es la extracción de raíces cúbicas. En este tipo de ejercicios, llegó a superar el record de Inaudi, que era de 2 minutos 15 segundos para extraer la raíz cúbica de un número de 15 cifras. En el mismo lapso, Lidoreau extrae la raíz cúbica de cuatro números de 18 cifras. Para obtener cubos perfectos de 9 a 12 cuifras, no necesita sino un instante, es decir que la primera respuesta aparece inmediatamente después de enunciada la última de las cifras. La raíz de números de 12 cifras, la da al cabo de 20 segundos, y la de números de 18 cifras, en 42 segundos. Todos estos tiempos fueron verificados oficialmente.

Durante una sesión que organizamos en 1956, Paul Lidoreau extrajo mentalmente en pocos segundos y sin error, las raíces cúbicas de los siguientes números:

37 246 609
599 930 290 504
924 579 746 488
13 055 567 849 956 664

Fuente: TOCQUET, Robert. Los Calculadores Prodigio. En: (6:37-8).

Y Ramachandran añade:

Un savant pudo extraer la raíz cúbica de un número de seis cifras en segundos y pudo doblar 8 388 628 veinticuatro veces para obtener 140 737 488 355 328 en varios segundos. (Cit. por Ramachandran, 1:192).

Nota: Todas estas performances extraordinarias han sido controladas por científicos e instituciones científicas de prestigio. [volver]

[30] A este respecto, conviene distinguir (léase: escalar, sin pretensiones antisociales) entre las performances de un Leonardo (genio por antonomasia), un Ramanujan (genio matemático hindú, del más alto calibre en lo que toca al desarrollo de teoremas, en la frontera con lo que en ocultismo se denomina "canalización"; pero común y silvestre, deficiencias incluidas, en otras áreas) y los calculadores prodigio (normales o savants).

Tocquet plantea:

"El genio es una aptitud extraordinaria para crear. Hay diferentes tipos de genio. El que consiste en manejar cifras es espectacular, pero no es un genio matemático.

El calculador prodigio no descubre nuevos teoremas. Da respuestas de manera inmediata a problemas de aritmética o de álgebra de una complejidad fabulosa, pero no original" (6:21)

Y redondea la idea Ramachandran:

"Téngase en mente que ningún savant va a ser un Picasso o un Einstein. Para ser un genio verdadero, usted necesita otras habilidades, no sólo islas aisladas de talento. La mayoría de savants no son realmente creativos". // (1:197). [volver]

[31] Sobre los savants, Ramachandran cita este extraordinario caso:

Oliver Sacks describe a Tom, un niño de trece años que era ciego e incapaz de atar sus propios zapatos. Aunque nunca había sido instruido en música o educado en forma alguna, aprendió a tocar el piano simplemente por oír a otros tocar. Él absorbió arias y tonadas al escucharlas cantar y pudo tocar cualquier pieza de múscica al primer intento tan bien como el más logrado músico. Una de sus hazañas más notables fue ejecutar tres piezas de música a la vez. Con una mano el tocó "Fisher's Horn Pipe"; con la otra, "Yankee Doodle Dandy" y simultáneamente cantó "Dixie" (1:192-3).

Nótese que casos como el citado ponen en entredicho la noción corrientemente aceptada por los académicos de que los talentos "esotéricos" especializados surgen espontáneamente de la inteligencia general. [volver]

[32] De acuerdo con Freud, la risa sirve al efecto de descargar la tensión reprimida. Este planteamiento acude a una metáfora hidráulica y a la extraña noción de "energía psíquica". [volver]

[33] De una definición se dice "analgésica", en el uso de Peter Medawar, cuando “alivia el dolor de la incomprensión sin remover la causa”. Cit. por Ramachandran en (1:206). [volver]

[34] Nótese que, en este planteamiento, Ramachandran está rindiendo tributo a:

— la llamada "psicología evolucionista" (sociobiología).- que sostiene que muchos rasgos y propensiones humanas, incluso aquellos a los que podríamos estar tentados de atribuir a la cultura, pueden de hecho haber sido específicamente escogidos por la selección natural debido a su valor adaptativo. Y a

— la propuesta "darwinista moderada".- que admite, además de la selección natural, otros factores evolutivos, material bruto que es pasible de recibir influencia (mediata) de la selección natural. Ello en contraste al "ultradarwinismo" para el que todos y cada uno de los rasgos mentales son especialmente establecidos por la selección natural. [volver]

[35] Dice Ramachandran:

A pesar de toda su diversidad de superficie, la mayoría de los chistes e incidentes graciosos tiene la siguiente estructura lógica: Típicamente Ud. conduce al escucha a través de un agradable sendero de expectación, construyendo la tensión lentamente. Al final, introduce un giro inesperado que acarrea una reinterpretación completa de toda la información precedente, y además, es crucial que la nueva interpretación, aunque del todo inesperada, haga tanto "sentido" del conjunto cabal de los hechos, como lo hacía la interpretación originalmente "esperada"... Por supuesto, la anomalía en el chiste es la tradicional culminación y el chiste es "gracioso" sólo si el escucha aprehende el desenlace al ver en una ráfaga de intuición (flash of insight) como una interpretación completamente nueva del mismo conjunto de hechos puede incorporar el final anómalo. Cuanto más grande y tortuosa la vía de expectación, más "gracioso" el desenlace al ser transmitido finalmente. (1:204-5).

Y luego precisa:

Cuando una persona camina a través de la agradable senda de expectación y hay un giro súbito al final que acarrea una completa re-interpretación de los mismos hechos, y la nueva interpretación tiene implicaciones triviales antes que aterradoras, sobreviene la risa. (1:205)

Nótese que esta reflexión coincide con la perspectiva de los semióticos (semiología o semiótica: la ciencia del sentido de los sistemas de signos —N. de U. Scenia), para quienes, a diferencia de los textos filosóficos y científicos formalizados (que se caracterizan por ser unisótopos), un chiste es un texto plurisótopo, donde cada isotopía semántica da lugar a una línea de lectura, y donde se verifica el salto de isotopía para el sentido del texto.

Boletín Meteorológico

Reina en toda España un fresco
general, procedente del noroes-
te de la Península, con tenden-
cia a perdurar.

Aparecido en 'La Codorniz' (Madrid),
en vida del Gral.Franco.
Cit. por Blanco & Bueno (4:44)

El salto de la isotopía meteorológica a la política que advierte el lector es explicada por D.B y R.B en estos términos:

"En el presente caso, el lector debe saber que Franco es dictador de España, con afanes de monarca (“reina”), que es militar y procede del noroeste de la Península Ibérica (El Ferrol). Presupuestos contextuales que funcionan como clasemas para la intelección del chiste". (4:45).

Luego, el chiste aparece cuando el oyente (lector) advierte el "salto" de isotopía. [volver]

[36] El giro inesperado en la raíz del chiste o el salto de la isotopía de los semióticos, se verifica de igual modo en la creatividad científica, en la antesala de lo que los kuhnianos denominan “cambio pararadigmático”. El humor, la risa, en este último caso se daría cuando la supuesta anomalía (vg. fusión fría) que hubo tenido en vilo a los científicos resultó trivial (como el gato que rompió el florero y que a su tiempo fue tomado por un ladrón). [volver]

[37] Asimbolia al dolor es un desorden neurológico en los que los sujetos no experimentan el impacto aversivo, emocional, del dolor por ejemplo, al ser pinchados con una aguja en el dedo. Antes bien, algunos de ellos emiten risitas. El síndrome se presenta en circunstancias de daño al cortex insular, entre los lóbulos parietal y temporal. Es como si una parte del cerebro (cortex insular) afirmase: "Aquí hay algo doloroso, una amenaza potencial" mientras que otra parte (el gyrus cinguli del sistema límbico) corrigiese de inmediato"Oh, no hay por qué preocuparse, ninguna amenaza después de todo". La contradicción es resuelta por el paciente con el recurso a la risita. [volver]

[38] Los amantes de la pantalla menor, están invitados a visionar la serie "Mental" (1ª. temporada), creada por Dan Levine y estelarizada por Chris Vance, en el papel del Dr. Jack Gallagher. El segundo capítulo de la susodicha tematiza el embarazo psicológico ('fantasma') y su abordaje profesional desde la clínica psiquiátrica. [volver]

[39] A esto se le conoce en la literatura médica y antropológica como el Síndrome de Couvade.

El síndrome Couvade es un desorden en el cual los futuros padres [♂] sufren una variedad de síntomas físicos —el más impactante de los cuales asemeja aquellos que comúnmente sufren las mujeres embarazadas — durante los embarazos de sus parejas, o al tiempo del alumbramiento, o ambos. Puede, muy raramente, afectar a otros parientes y ocasionalmente a los niños.(7:95).

La sintomatología de Couvade es variable y tan vasta, que casi cualquier desorden sin una base orgánica bien definida que ocurre sólo en relación cronológica al embarazo y no a otros tiempos debe considerarse como posiblemente asociado con este síndrome. Las colecciones sintomáticas más comunes son:

— Disturbios gastrointestinales - incluyendo pérdida de apetito, dolor dental, náusea y vómito (enfermedad diurna bastante común), indigestión, dolor o disconfort emocional mal definido, extreñimiento o diarrea.

— Síntomas psiquiátricos tales como: depresión, tensión, insomnio, irritabilidad, nerviosismo, debilidad y dolores de cabeza.

— Antojos de embarazo pueden ocurrir ocasionalmente.

— Hinchazón abdominal - como ya ha sido descrito, éste es un fenómeno raro. (7:103). [volver]

[40] Ramachandran se imagina el escenario (traido de los pelos, aunque lógicamente no imposible) de conectar un cable de vías neurales de las áreas de procesamiento del color del cerebro de un sujeto en las homólogas del otro, para compartir inmediatamente la experiencia de, verbigracia, la "rojedad" del rojo, sin pasar por traducción. De esta manera consigue superar la barrera entre las perspectivas de 1a y 3a persona.(Cf. 1:231-2). [volver]

[41] Aquí estamos haciendo uso del constructo "validez ecológica" tal como lo maneja Mario Bunge en su obra "Filosofía de la Psicología" (Cf. 5, en bibliografía). Señala el autor:

Se dice que una hipótesis o teoría tiene validez ecológica en psicología humana sólo si aborda problemas interesantes (“pertinentes”) acerca de la gente real en condiciones ordinarias. Si, en cambio, una teoría pasa por alto la mayor parte de los fenómenos y sólo se refiere a situaciones artificiales (de laboratorio), entonces se dice que carece de tal validez. (5:63).

Y añade:

La invalidez ecológica de gran parte de la psicología científica se advierte cuando se piensa en que el amor, una de las emociones humanas más intensas y admirables, cantada por poetas y descrita y analizada por novelistas y dramaturgos, apenas ha recibido la atención de los psicólogos científicos. (5:63-4).

Retome la lectura el amable lector, y evalúe si el espíritu de esta condición aplica al trabajo de Ramachandran. [volver]


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Homúnculo cerebral
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(representación artística)
Homúnculo de Penfield
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(representación analítica)
Wilder Penfield
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Lóbulos Cerebrales, Hipocampo, Amígdala
Sistema Límbico
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Terapia del Espejo, del Síndrome
de Miembro Fantasma
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Charles Bonnet
Charles Bonnet
Gollum
Gollum
(The Lord of the Rings)

exponente de Co-consciencia patológica (TID o personalidad múltiple).
Síndrome de Couvade
Síndrome de Couvade
(un aspecto, en el hombre)
Casco de Dios
Estimulador Magnético Transcraneal
(Casco de Dios)
Síndrome de Cotard
Síndrome de Cotard
Rpta. Galvánica de la Piel
Sensor de Respuesta
Galvánica de la Piel
Mono riéndose
Origen evolucionario del humor/risa/sonrisa
( Mono riéndose)
Mujer riéndose
Origen evolucionario del humor/risa/sonrisa
(Mujer riéndose)
Charles Darwin
Charles Darwin
Alfred Russel Wallace
Alfred Russel Wallace
Sigmund Freud
Sigmund Freud
S.A.Ramanujan
S.A. Ramanujan
Crisis Epiléptica
(Grand Mal)
Dibujo de niña savant
Dibujo de Nadia,
niña savant de 5 años
Hipergrafía
Hipergrafía
 
 
 
 

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