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PARAPSICOLOGÍA

Dra. Arroway

EL
FACTOR TERCER HOMBRE
=Sobreviviendo a lo Imposible=
(En seguimiento de John G. Geiger)

○○○


Los poderes formidables del mundo invisible
no prestan su ayuda sino cuando los hombres
ya han dado de sí todo lo que pueden;
sólo ayudan cuando el hombre
ya no puede más.

Jesús el Cristo*


I. INTROITO.-

La Dra. Eleanor Ann Arroway & Cía, representantes de la Tierra en la “Magna Expedición a Vega” a bordo del Dodecaedro, no lo pueden creer. Acaban de retornar (supuestamente) del espacio exterior —y recibidos en olor a multitud— cuando, a resultas de los interrogatorios individuales y colectivos de rigor, ya enfrentan sospechas y amenazas de cargos por “faltar a la fe pública” y “haber maquinado la más grande conspiración que la humanidad haya conocido jamás”. Cualquier cosa que les aconteciera en su tránsito al sistema de Vega (y el corazón mismo de la “Gran Estación Central”), todavía les evocan recuerdos vívidos; pero, con todo, no consiguen convencer de “su” verdad a los líderes políticos y a la Comunidad Científica Internacional (cada instancia y miembro, por turnos, más escéptica/o que la/el otra/o); que lamentan... no tanto quizás el ver frustradas sus expectativas diplomáticas y de conocimiento útil, sino haberse prestado a la malversación y el ridículo ante sí mismos, el otro estamento, el mundo entero y, si todavía cuentan, los extraterrestres burladores (a los que ahora niegan).

El veredicto no podría ser más decisivo: la máquina no se movió (o, por lo menos, no lo suficiente) y, en la eventualidad de una “teletransportación de cuerpos y/o información”, no se dispone del registro electrónico y otras pruebas que la avalen.

[Ellie] Divisó la silueta en la playa, a lo lejos. Primero supuso que era Vaygay, que ya había terminado su prueba y venía a contarle la buena noticia. Luego reparó en que la persona no vestía mono y que era más joven, más vital. Tomó la cámara, pero por alguna razón vaciló. Se puso de pie y se llevó la mano a los ojos para protegerse del resplandor del sol. Por un momento tuvo la sensación... No, eso era imposible. No creía que fuesen a aprovecharse de ella con tanto descaro.
..........

—Lo logran a través de los sueños. Anoche, cuando dormíamos, os hallabais dentro de nuestra mente, ¿verdad? Y así pudisteis extraernos todo lo que conocemos. [La Dra. Arroway a la presencia extraterrestre que ha asumido ante ella el genio y figura de su fallecido padre]

—Sólo realizamos copias. Creo que todo lo que estaba en tu cabeza continúa allí. Fíjate y dime si te falta algo —dijo, sonriendo—. Eran muchos los datos que no podíamos conocer a través de vuestros programas de televisión. Sí podíamos evaluar el nivel tecnológico que habíais alcanzado, pero hay otras cosas que resulta imposible conocer si no es por la vía directa. Tal vez pienses que hemos invadido tu intimidad...

—No lo dirás en serio...

—... pero el problema es que no nos queda demasiado tiempo.

—¿Ya se acabó el examen? ¿Respondimos todas las preguntas anoche, cuando dormíamos? ¿Pasamos la prueba o nos suspendisteis?

—No; esto es distinto. No tiene nada que ver con una evaluación de sexto grado.

Ella estaba en sexto grado cuando murió su padre.

—No pienses que somos una especie de comisario interestelar que elimina a balazos las civilizaciones malvivientes. Considéranos como una Dirección de Censo Galáctico, dedicada a reunir información. Sé que, en tu opinión, no se puede aprender nada de vosotros por ser tan atrasados en el plano tecnológico. Sin embargo, una civilización tiene también otros méritos.

—¿Cuáles por ejemplo?

—La música, la benevolencia (me encanta esa palabra), los sueños. Los humanos poseen una habilidad especial para los sueños, aunque nunca hubiéramos podido saberlo por vuestros programas de televisión. En toda la Galaxia existen culturas que intercambian sueños. [10:207-9]

Analizó más en profundidad su desagrado. Qué... teológicas se habían vuelto las circunstancias. Había habitantes del espacio, seres tremendamente poderosos e inteligentes, preocupados por nuestra supervivencia, que observaban nuestro comportamiento. Pese a que reniegan de desempeñar ese papel rector, es obvio que tienen la facultad de decidir sobre la vida y la muerte, la recompensa o el castigo de los insignificantes pobladores de la Tierra. "Y esto", se preguntó, "¿en
qué se diferencia de la antigua religión?" En el acto comprendió la respuesta: era una cuestión de pruebas. En los vídeos, en los datos recogidos por sus compañeros, habría testimonios fehacientes de que existía la Estación, del sistema de tránsito del agujero negro. Había cinco relatos independientes, que se corroborarían unos a otros, respaldados por pruebas físicas contundentes. Sería algo concreto, no
rumores ni fórmulas mágicas. Ellie se volvió y dejó caer la hoja de palmera. En silencio, él se agachó para recogerla y se la devolvió.
—Fuiste muy amable en responder todas mis preguntas. ¿No quieres hacerme alguna tú a mí?
—Gracias, pero ya anoche contestaste a todos nuestros interrogantes.
—¿Esto es todo? ¿Ninguna orden ni instrucciones para los provincianos?
—Las cosas no funcionan de ese modo, Pres. Ya sois adultos y debéis desenvolveros por vosotros mismos.—Inclinó la cabeza hacia un lado, le sonrió y ella corrió a echarse en sus brazos, con los ojos llenos de lágrimas. Largo rato permanecieron abrazados, hasta que él la separó con dulzura. Ella pensó en levantar un índice para pedir un minuto más, pero no quiso disgustarlo.
—Adiós, Pres. Cariños a tu madre.
[10:217-8]

La escucharon atentamente, y de vez en cuando Peter la alentaba con su actitud; no obstante, tenían dificultad en entender la secuencia de los acontecimientos.Gran parte del relato los dejó preocupados. Ellie no lograba contagiarles su emoción y ellos no llegaban a comprender que el dodecaedro hubiese emprendido un viaje de veinte minutos —y mucho menos de un día— puesto que los instrumentos exteriores a los benzels habían filmado todo, y no registraban nada extraordinario.
Lo único que sucedió — adujo Valerian— fue que los benzels alcanzaron la velocidad prescrita, en varios instrumentos de objeto desconocido se movieron las agujas indicadoras, los benzels aminoraron su marcha, se detuvieron, y por último emergieron los Cinco en un estado de profunda excitación. No llegó a decir "hablando tonterías", pero lo dio a entender. Pese a que la trataban con deferencia, ella sabía lo que pensaban: que el único objetivo de la Máquina era producir en veinte minutos una ilusión memorable o —posiblemente— hacer perder el juicio a los Cinco.
Ellie tomó los microcasetes de vídeo con sus precisos rótulos: "Sistema de Anillos de Vega", por ejemplo: "Sistema quíntuple", "Paisaje Estelar en el Centro de la Galaxia", y otro caratulado "Playa". Cuando intentó hacerlos funcionar, comprobó que no pasaba nada, que estaban en blanco. No sabía qué podía haber ocurrido. Antes del viaje, había aprendido a manejar la microcámara, e inclusive la había probado varias veces. Mayor fue su consternación cuando le anunciaron que también habían fallado los instrumentos que llevaron sus compañeros. Peter Valerian quería creerle, lo mismo que Der Heer, pero les costaba mucho, por más voluntad que pusieran. La versión que exponían los Cinco era un poco... insólita, y carecía hasta de la más mínima prueba física. Además, era imposible que hubieran experimentado tantas cosas en apenas veinte minutos que dejaron de verlos. [10:220-1]

Ergo, los extraterrestres, si es el caso, han hilado fino contra toda expectativa humana...

Alien

Se revelan sin revelarse...

Borran las huellas de todo lo andado...

Pues, al ruido alienígena del milenio recibido por radiotelescopios SETI –amplificado por el afán colectivo a escala mundial–, se contrapone ahora una conspiración orquestada por una mente magistral, pero humana en fin; a la vívida experiencia personal de los embajadores se contrapone la total ausencia de pruebas. Hace falta, pues, un 'Chivo Expiatorio'.

Una primera lectura de este drama nos habla de la ruindad de los hombres, que absorbidos por sus ambiciones mundanas, sólo prestan ojos y oídos (disposición) al mensaje de los “Hermanos Mayores”, en tanto y en cuanto lo hallen a la par de sus modalidades (pasión, etc.) y expectativas (beneficio egoico, rentabilidad, etc.); prefiriendo, de otro modo, ignorarlo; y sacrificar a quienes en algún momento catapultaron a la gloria, ahora que su sola voz y presencia les refriega en la cara la imagen de sí mismos que no están dispuestos a ver.

Pero, cuando se trata de atemperar la severidad de nuestro juicio en pro de la Verdad, ¿quién decide si nos corresponderá entonces ver con la lente de Galileo o la de Pasteur? Pues, más acá de los consabidos comportamientos orientados a proteger ambiciones personales e institucionalizadas —y que en estos aconteceres suelen revelarse en su peor ralea—, el hecho es que los protagonistas estuvieron sometidos a significativas cuotas de estrés, ya no sólo en lo que toca a la componente científico-técnica revolucionaria de su trabajo, sino por haber devenido cada cual 'niña de los ojos' del mundo entero, por sus encontrones con las metalógicas del poder (alta política), por tener que dirigirse a lo desconocido allá donde ningún humano antes que ellos hubo puesto pie; y, finalmente, por haber soportado en carne propia condiciones electromagnéticas no testadas en la economía humana: lo que en conjunto —y al análisis componencial— configura aquello que la ciencia del comportamiento conoce como “ambientes extremos e inusuales (AEI)” [1], y que hasta donde se tiene conocimiento, son eficientes en activar un mecanismo de efectos alucinatorios [2] en su naturaleza, realistas y coherentes en su inmediatez, cuanto funcionales a la supervivencia.

Luego, desde la perspectiva del conocimiento (verdad y certeza), no les falta argumento a quienes, en su sano juicio y celo, ponen en entredicho la “realidad objetiva” del viaje a Vega y el intercambio con entidades inteligentes (extraterrestres, ultradimensionales, etc.); máxime cuando en la actualidad se dispone de la “avanzada científica” (paradójicamente, conservadora), que irradia nuevas luces sobre las convicciones profundas de la parte experiencial.

II. PRESENTACIÓN.-

En esta entrega exploramos, de la mano del veterano montañista John Grigsby Geiger, el entorno-frontera (un AEI teorético) [3] de lo que se conoce como "Factor Tercer Hombre" [4], alternativa que opone la “avanzada científica” a la interpretación paranormalista y religiosa del “encuentro-con-presencias”. De otro lado, incluimos una cuota de especulación para-científica en relación con la propuesta.

III. ADVERTENCIA.-

La inmersión en esta temática podría representar un serio desafío a sus creencias y certezas más profundas.

IV. PALABRAS CLAVE.-

Alucinación, amigo imaginario, ambiente extremo e inusual (AEI), absorción, apertura a la experiencia, casco de Dios, disparadores múltiples, dispositivo hipersensitivo de detección agente, efecto de la viuda, estado alterado de conciencia, efecto musa, electro-neuroestimulación, estrés, experiencia angélica, factor tercer hombre, mente bicameral, miembro fantasma, parálisis del sueño, patología del aburrimiento, personas-sombra, poder del sabio, presencia sensible, supervivencia, tapas yóguico, unión parieto-occipital.

V. CAMPOS.-

Neurociencia, neuroteología, psicología, parapsicología, espiritualidad esotérica, filosofía, escepticismo.

VI. DESARROLLO.-

Pese a su extraordinaria convocatoria, no es necesario acudir al exoticismo literario del recordado autor de “Contacto”, para sacar a relucir los denominados 'ambientes extremos e inusuales' (AEI) y la fenomenología asociada. El encuentro e interacción nutricia con 'presencias', 'amigos-imaginarios' y/o 'ángeles guardianes' que proporcionan compañía, soporte emocional, protección y guía en circunstancia de extrema carga emocional (que suele, ciertamente, marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso, la vida y la muerte), tiene un opulento registro en lo que va de la antigüedad a nuestros días. De ello dan fe, amén de la literatura, un número no despreciable de exploradores y supervivientes de variopintas misiones a las regiones polares, las profundidades océanicas, el espacio exterior, aviadores, practicantes del montañismo extremo, víctimas de accidentes, naufragio, desastres naturales, ataques terroristas; así como prisioneros de guerra, e, incluso (¡válganos Zeus!), sufridos estudiantes en sus períodos críticos de examinación.

De repente había un tercer escalador a mi lado.
Él estaba descendiendo con nosotros, guardando una regular distancia un poco
a mi derecha y a unos pocos pasos lejos de mí, justo fuera de mi
campo de visión. Yo no pude ver la figura y todavía mantenía
mi concentración pero estaba seguro que había alguien allí.
Pude sentir su presencia; no necesitaba prueba.

Reinhold Messner

De todas las denominaciones que ha recibido el fenómeno en cuestión (i.e. la 'presencia sensible', la 'persona sombra ilusoria', etc), se viene imponiendo en el argot de divulgación el llamado factor Tercer Hombre; ello, en mérito a la resonancia poética (por cierto, capturada para las musas por T.S. Elliot en “The Waste Land”) a partir de experiencias de la vida real (vg. Shackleton, etc.) que evoca aquel miembro extra, inesperado, surgido de la nada, que prodiga acompañamiento y guía en las circunstancias más duras que le toca arrostrar a un ser humano. A continuación, se dispensa una...

SINOPSIS DEL FENÓMENO.-

○ Contexto.- Un ambiente extremo e inusual (AEI).

Vg. Montañas, mar profundo, región polar, espacio exterior, etc. [5]

○ Protagonistas.-

Exploradores de montañas y regiones polares, buzos, aviadores, astronautas, personas comunes y corrientes, etc.

○ Circunstancia.- De vida o muerte.

Vg. Naufragio, avalanchas, atrapados bajo escombros, desnutrición y politraumatizado, frío extremo, etc.

○ Experiencia.- Sensación de presencia benevolente.

○ Características de la Experiencia.-

– Aparición/Toma de Conciencia de la Entidad.- Súbita.

– Descripción Experiencial.- Sensación de “No estar solo”, “Ser observado”, “Alguien 'elusivo' en redor”, “Uno más previamente inadvertido”.

– Cantidad.-

De la entidad.- Indefinida, unitaria, plural.

De los encuentros.- Singular (visita única), múltiple (visitas seriadas: “viene, se va y retorna”).

De la intensidad.- Aumenta..., disminuye... [la sensación de presencia].

– Duración.- Sostenida (prolongada) o transitoria (corta, pasajera).

– Forma reconocida.- Generalmente (no siempre) corresponde al sexo del protagonista; con variantes de visibilidad (invisible, sombra oscura, traslúcida), dimensión (2D ó 3D), etarias, culturales, etc.

– Emplazamiento.- Espacio extracorporal del sujeto (en tándem, detrás, flanco derecho, frente, encima, aproximación gradual, etc.)

– Comportamiento Percibido.- Testigo, interactivo, pervasivo. Vigila, acompaña, estimula, instruye y guía, toma decisiones e incluso implementa acciones 'por la persona'. A veces, sincronicidad de movimientos con el sujeto, como si imitase cada una de sus acciones.

– Relación del protagonista con la presencia.- Natural, con atenciones en reciprocidad como si fuera una persona más, investida de autoridad y poder; en quien confía, compartidamente, su destino.

– Sensación en el protagonista respecto de la presencia.- Familiaridad o afinidad psicológica.

– Atribución.- El protagonista puede:

i).- No identificarla,
ii).- asociarlo con una figura religiosa (Jesús, la Virgen, ángel de la guarda, etc.),
iii).- asociarlo con un familiar, amigo, mentor, etc., al corriente difunto o vivo,
iv).- identificarlo consigo mismo, en X localización temporal (Vg. más joven), o
v).- atribuirlo directamente a un truco de su cerebro.

– Retiro.- Desaparece del escenario subjetivo tan pronto como la situación ha dejado de ser crítica u otros (personas concretas) toman la posta.

– Lucidez del protagonista.- Integrada (a diferencia de las delusiones o delirios por decaimiento de la función cerebral). Éste incluso puede ser consciente que se trata de una construcción/proyección del cerebro con forma asumida (aspectualización) y no una entidad independiente; y no obstante, cooperar con la "magia", a los efectos de supervivencia.

– Evaluación personal de la experiencia.- Suele hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Sobre él (ella) recae el reconocimiento por la supervivencia personal y colectiva, en mayor graduación incluso que sobre el eventual compañero de carne y hueso.

– Morigeración de Expectativa.- La experiencia no está abierta necesariamente a toda persona emplazada en un AEI [Cf. casuística (en el libro), factor musa] y, atravesar por ella, si bien incrementa las oportunidades, no es, con todo, garantía de supervivencia. [6]

PREVALENCIA.-

Difícil de estimarla, pero más común de lo que se podría esperar en la población 'normal'.

Mientras que en la antigüedad los encuentros e interacciones con el 'tercer hombre' eran cuasi-privativos de hombres de Dios, santos y ascetas que voluntariamente se retiraban del mundo y se sometían a severas austeridades ("tapas yóguico", AEI) por alcanzar la gracia de el/los dioses, así como los naturales exploradores de la geografía terrestre; los tiempos actuales han ampliado el acceso a la experiencia (es decir, a cierto nivel de ella) [7] dado el incremento de interacción de las personas de a pie con los ambientes extremos e inusuales, ya por la vía deportiva, exploradora, los siniestros, desastres de causa natural, el terror humanamente provocado, etc., que superan el límite de tolerancia humana. [8]

Algunas [9] de las ocurrencias han sido reportadas por:

Ann Bancroft, exploradora americana, durante su cruce de la Antártida.
Hermann Buhl, montañista austríaco, en 1953 a los 28 años, durante su jornada en el Nanga Parbat.
Ron DiFrancesco, superviviente del Ataque Terrorista del 11S. al WTC.
Edith Foltz Stearns, aviadora pionera, con recurrentes experiencias de voces-guía y presencias fantasmales en calidad de co-pilotos durante sus vuelos.
Will Jimeno, policía voluntario para el rescate de supervivientes del 11S., él mismo atrapado por los escombros.
Jerzy Kukucza, montañista polaco, durante su ascenso solitario en Makalu.
Charles Lindbergh, famoso aviador, durante su histórico vuelo trasatlántico Nueva York - París.
Jerry M. Linenger, astronauta de la NASA, 1997, en circunstancias de su colaboración con colegas de la Estación Espacial MIR, al frente de severos problemas.
Reinhold Messner, durante su jornada de descenso del Nanga Parbat en 1970, a los 25 años, aventura en la que perdió a su hermano.
Lyn Robertson, esposa y madre, embarcada con su familia hacia 1972, en un proyecto de viaje alrededor del mundo a bordo de una goleta, en circunstancias de un severo naufragio.
Victor Ségalen, escritor francés, durante una expedición topográfica y arqueológica - fronteras China y Tibet.
Ernest Shackleton y hombres, durante su épico cruce de la isla South Georgia (Polo Sur).
Robert Swan, dic. 1985, durante su exploración del Polo Sur en tributo al Capt. Robert Falcon Scott.

Entre las razones por las que estos acaeceres suelen pasar desapercibidos, está la falta de disposición de sus protagonistas para darlas a conocer públicamente, debido bien a que consideran constituye una materia espiritual digna de su privacía; o bien, por el injustificado temor de ser señalados por 'extravagantes' y ante la eventualidad de ponerse en duda su entereza psicológica (o salud mental) frente a la adversidad.

EXPLICACIÓN.-

Pues bien, allí donde la antigüedad (incluye: custodios, reproductores y recicladores de hogaño) solía explicar estas ocurrencias en términos de intervención sobrenatural (léase: 'dioses', 'ángeles-de-la-guarda', 'difuntos' y aun 'demonios-con-agenda-secreta'); la mentalidad moderna, si no incurre en el error de subestimarlos por fantasiosos o el mero producto del decaimiento de la función cerebral, prefiere dar cuenta de ellos como efectos de un mecanismo biológico adaptativo, convenientemente circunstanciado.

○ Tipificación Científica.-

– Experiencia alucinatoria (diferenciada de las alucinaciones por decaimiento de la función cerebral).

○ Tipificación Religiosa y/o Metafísica.-

– Experiencia espiritual (encuentro con entidades angélicas, etc.).

○ Categorías Asociadas y/o Asimilables.-

– Experiencias Fuera del Cuerpo, Experiencias Cercanas a la Muerte, Experiecias de Parálisis de Sueño, Experiencias de Abducción Extraterrestre, Personas-Sombra, Amigos Imaginarios, etc.

○ Antecedentes.-

Hay antecedentes del "Tercer Hombre", en la abstracción de "presencia sensible" en las poblaciones neurológica y psiquiátrica.

En la población normal, suele ser reportada en relación con el fenómeno de la parálisis del sueño, o estados alternos de conciencia inducidos por prácticas de meditación, etc. También, los 'amigos imaginarios' de los niños pequeños.

○ Científicos.-

Entre otros distinguidos estudiosos, se sumillan las contribuciones de:

– Karl Jaspers [1883-1969], filósofo y psiquiatra alemán.- Reporta encuentros con presencias invisibles en un colectivo de esquizofrénicos; experiencias en las cuales reconoce las notas de 'urgencia', 'certeza' y 'vividez'. Las considera una “alucinación basada en el conocimiento no sensorial/no perceptual de una presencia próxima” [traducción aproximada de 'leibhaftige bewusstheit']. Finalmente, ofrece la primera definición científica de la experiencia:

Hay pacientes que tienen una cierta sensación (en el sentido mental) o conciencia de que alguien está cerca, detrás o sobre ellos, alguien a quien realmente no pueden percibir en modo alguno con los sentidos externos, pero cuya presencia real/concreta es directa/claramente experimentada. [cit. en 1:121]

Karl Jaspers
Ferdinand Morel (NN)

– Ferdinand Morel [1888-1957], médico suizo.- Describe la impresión de una presencia (el "acompañante", en su léxico) en pacientes psiquiátricos, asignándola a la categoría de alucinaciones visuales, de relativa frecuencia en varios desórdenes del cerebro, aun cuando no se conoce todavía cómo detectar exactamente el sistema que está perturbado.

– Woodburn Heron, psicólogo.- Pone énfasis en la sensación de/encuentro con 'presencias', como respuesta alucinatoria del organismo humano a su exposición prolongada a ambientes rígidamente monótonos. Esto porque el cerebro depende de un cambiante ambiente sensorial. Luego, es la monotonía más que la deprivación del sueño la responsable de alucinaciones como las reportadas por el famoso aviador Charles Lindbergh, entre otros. Los argumentos de este autor están apoyados en la fenomenología hallada durante sus estudios de deprivación sensorial [10]. A Heron le debemos el principio de la “patología del aburrimiento”(ver más adelante).
Woodburn Heron (NN)
Donald Hebb

– Donald Hebb [1904-1985], psicólogo.- Sostiene que la sensación del miembro fantasma en sujetos amputados es evidencia de que la percepción del propio cuerpo no es una percepción directa, sino una construcción mental, una alucinación que ocurre para coincidir con la realidad. Por otro lado, soporta el planteamiento de Heron afirmando las presencias fantasmas de los aviadores, etc., pueden explicarse por la monotonía ambiente (océanos, etc.) que les rodea.

– MacDonald Critchley [1900-1997], neurólogo.- La experiencia involucra también a personas normales expuestas a peligro, privación y fatiga severos; y añade que en esos casos la 'presencia' tiene una cualidad benevolente. La considera como una suerte de alucinación de orden distinto, con integridad de los sentidos y en ausencia de delirios.
McD. Critchley

– Julian Jaynes [1920-1997], psicólogo.- Instancias tales como los 'amigos imaginarios' de los niños, las 'voces directrices' cuya influencia los esquizofrénicos afirman sufrir, las 'conversaciones con un ente X' (Dios, etc.) sostenidas por marineros en naufragio, etc., constituyen claros episodios de bicameralismo; donde, estando de por medio situaciones de intenso estrés, el hemisferio izquierdo del cerebro (lógico, lineal) declina su dominancia en favor del derecho (imaginativo), y a resultas de ello asistimos a un número de eventos alucinatorios tanto auditivos como visuales.

Julian Jaynes

El planteamiento central de Jaynes es que la conciencia, tal y como la experimentamos hoy en día, es un producto tardío; que su origen se remonta a la ruptura del cerebro bicameral. Que en la antigüedad, los procesos del cerebro derecho eran vividos como eventos externos, alucinaciones auditivas cuya fuente sería atribuida a los dioses (vg. la mitología griega en Hesíodo y Homero); en tanto que el cerebro izquierdo era el lado propiamente humano, predispuesto a la súplica, la escucha y la obediencia. Este bicameralismo cede, entre otros factores, a la hegemonía del lenguaje; a partir de lo cual, la conciencia se unifica como elaboración humana. Sin embargo, en determinadas condiciones (i.e. estrés extremo en ambientes monótonos), ocurre que la mente bicameral se actualiza. De este modo, la 'presencia sentida' (el tercer hombre) no sería otra cosa que un producto de las intrusiones del hemisferio cerebral derecho en los asuntos del izquierdo.

Peter Suedfeld

– Peter Suedfeld, psicólogo.- Se topa tempranamente con la idea jaynesiana del “estrés como la base para el re-surgimiento de la bicameralidad”. Registra incidencias del “tercer hombre”, destacando su inmediatez para el protagonista. Sostiene que estas ocurrencias no deben interpretarse como una sintomatología psiquiátrica, una respuesta adaptativa, un mecanismo de afronte, una reacción normal a una situación anormal.

– Michael Persinger [1945], psicólogo.- Apunta a establecer los fundamentos cerebrales de la experiencia religiosa. Sostiene que la 'presencia sensible' constituye la base fenomenológica de los reportes de visita de seres sobrenaturales (dioses, ángeles, e incluso entidades extraterrestres). Destaca la participación del hemisferio cerebral derecho en la producción de dichas alucinaciones (en acuerdo con Jaynes) dada su mayor sensibilidad a los cambios en la actividad electromagnética (de fuente natural o artificial); fluctuaciones que producen micro-ataques en el cerebro y a los que éste (HD) reaccionaría con la creación del prototipo de la 'presencia', cuyo reporte estará en función de la orientación secular/religiosa de los sujetos en cuestión, entre otras variables. Pone a prueba su hipótesis a través del “estimulador magnético transcraneal” conocido popularmente como el “Casco de Dios” el cual, a través de patrones bioefectivos (campos) de estimulación magnética débil, consigue producir incidencias de “presencias sensibles”, incluidas experiencias del tipo místico. Nótese que estas incidencias son idiosincráticas, y que no todos los sujetos que participan en los experimentos acusan incidencias (como lo ilustra el caso del famoso biólogo y ateo militante Richard Dawkins), seguramente por su falta de apertura a la experiencia (psicométricamente ponderada); aunque hay voces que plantean que los resultados positivos de Persinger se deberían más a la sugestión de los sujetos, que a la estimulación transcraneal de los lóbulos temporales per se. [11]

Michael Persinger “Casco de Dios”

– Jane Mocellin, psicóloga.- Interesada en evaluar las respuestas humanas a las condiciones de vida en las regiones polares y otros ambientes extremos, ha realizado estudios en las estaciones argentina y chilena en la Antártida, así como en una remota isla tropical ocupada por personal de meteorología brasileño. Se topa con reportes sostenidos de una 'presencia'.

En su estudio de los reportes de las presencias sensibles en la base antártica de la Esperanza, identifica dos fuentes que habrían gatillado las incidencias: i.- un generador de la estación que creaba poderosos campos eléctricos y ii.- una anomalía magnética del terreno, que afectaba el desempeño de las brújulas.

En colaboración con Peter Suedfeld, diferencia las ocurrencia reportadas en las bases antárticas (donde no hay mayor interacción con la entidad), de las acaecidas a las personas en situaciones de amenaza vital (donde si se produce comunicación y soporte).

Jane Mocellin
(NN)
Peter Brugger

– Peter Brugger, neurocientífico.- Quien piensa que la ilusión de ser acompañado por una presencia invisible (de los montañistas, etc.) es un equivalente de cuerpo entero a la 'sensación del miembro fantasma' reportada por los pacientes amputados y, a diferencia de Jaynes, no está asociada al hemisferio derecho. Que el cerebro crea y proyecta un doble fantasma –un doppelgänger– a partir de la propia conciencia corporal, para luego detectarlo como 'otro ser' en la proximidad extracorporal. Y con respecto a los reportes del Tercer Hombre activamente dedicado a asistir las necesidades del necesitado, o de este último correspondiéndole con gestos y acciones, no sería otra cosa que el sujeto de marras atendiendo sus propias necesidades inmediatas ya que estas experiencias constituyen encuentros del sujeto cara-a-cara consigo mismo.

– J. Allan Cheyne, en el contexto de la llamada parálisis del sueño, plantea la ocurrencia de un estado defensivo hipervigilante extremo (en razón de la situación paralizada, supina y desvalida de la persona en la oscuridad), que conduce a buscar, identificar y, eventualmente, encontrar, fuentes de amenaza; y donde el componente experiencial elaborado es la "presencia intuida".

Más adelante (en cooperación con Todd A. Girard), el mecanismo es bautizado como "Sistema de Vigilancia Activado por Amenaza", y entendido como una estrategia de los organismos (particularmente, el ser humano) seleccionada por la evolución para obtener información de posibles y eventuales agentes depredadores, a partir de indicios, aun al riesgo de falsos positivos.

El accionar del mecanismo será generalizado a otros estados alterados de conciencia y a diversas situaciones de emergencia [como las que tienen lugar en AEI].

J. Allan Cheyne
(NN)
Todd Girard
Justin L. Barrett

– Justin L. Barret, psicólogo, postula el "Dispositivo Hipersensitivo de Detección Agente" (DHDA) [12], equivalente del anterior, que tiene como fundamento necesario y suficiente para su activación la mínima ocurrencia de movimiento/acción intencional, objetivado.

– Tore Nielsen.- Pone énfasis en el carácter de imaginería social de la 'presencia sensible', de suyo el esqueleto espacial de todo tipo de entidades imaginadas (dioses, ángeles, abductores extraterrestres, etc.), cuya ocurrencia tiene lugar en varias condiciones y ambientes, no necesariamente ligados a la parálisis del sueño y a un sistema de vigilancia de amenazas potenciales o reales.
Tore Nielsen

– Investigadores de Lausanne (Shahar Arzy, Olaf Blanke y otros).- Consiguen inducir por electro-neuroestimulación la ilusión de una 'persona-sombra' en una paciente epiléptica de 22 años; siendo la región crítica la unión témporo-parietal izquierda. Se obtienen respuestas específicas (alucinaciones, reacciones a y descripciones de éstas) con la paciente en distintas posiciones y performances; con el añadido que la paciente no logra integrar su identidad con la de la sombra.

Olaf Blanke
Olaf Blanke

 

– Olaf Blanke.- Para este científico, la sensación de una presencia fantasma, la alucinación de flotar, las experiencias-fuera-del-cuerpo, la ilusión de otra persona en el propio cuerpo, etc., están todas relacionadas con una falla en la habilidad del cerebro para integrar exitosamente la integración sensorial, incluidos la localización de la persona en el espacio, el sentido del tacto y las entradas visuales. Estas experiencias se asocian a una interferencia con la unión témporo-parietal del cerebro. Lo anterior aplica a pacientes psiquiátricos y neurológicos y, probablemente también dé cuenta de las experiencias descritas por los escaladores de altitudes extremas. En este caso habría que pensar en la interrupción del suplemento de oxígeno a esta parte del cerebro que sería responsable de la pérdida de integración del sentido de posición.
– Paul Firth, instructor en anestesia, montañista, protagonista de un encuentro con el tercer hombre.- Se trata de un cortocircuito neurológico, una muestra de un amplio rango de disfunciones perceptuales del espacio personal y la auto-posición.
Paul Firth
Dennis Chan
(NN)
– Dennis Chan & Martin N. Rossor.- Para estos científicos, a partir de una información sensorial incompleta, con estados de elevada excitación y deprivación física del sujeto de por medio, el cerebro hace su mejor trabajo para crear la percepción de una persona (entidad acompañante). Ello explicaría el origen del "tercer hombre" en entorno natural, donde no se dispone del recurso de la neuro-estimulación de laboratorio.
Martin N. Rossor
John G.Geiger

En lo referente a la actualización del mecanismo disparador del Tercer Hombre, el autor John Grigsby Geiger propone cinco razones (indicios o reglas básicas) que son:

Patología del Aburrimiento
¡Qué aburrido!

○ La patología del aburrimiento.- Nos introduce el concepto de “ambientes extremos e inusuales (AEI)”; ora naturales (desiertos, montañas, océanos, el cielo, el espacio exterior), artificiales/experimentales (naves espaciales, cámaras de deprivación sensorial), o producto de accidente/desastre (natural o provocado por el hombre), en cuyo seno, el sujeto inmerso por un tiempo prolongado (voluntariamente o a su pesar) experimenta los efectos alucinatorios propios del aislamiento y la monotonía.

Se tiene que que lo natural en el hombre es su dimensión social y que éste alberga la imperiosa necesidad de una variedad de estímulos para mantener ya no sólo la vigilancia sino la consciencia misma. Paradójicamente, en su afán de proveerse nuevos estímulos y salir así de la monotonía, el ser humano accede a otros ordenes de aislamiento y monotonía más sofisticados y severos.

Así las cosas, las alucinaciones auditivas o del tipo presencias —Tercer Hombre—, no serían sino una respuesta funcional del cerebro, evolutivamente seleccionada, a los efectos de mantener el suficiente nivel de estimulación socializada en los devenidos ambientes monótonos (cápsulas espaciales, cabina de avión, espacio, océano, el 'inmenso blanco por doquier' de la región polar, etc.), por la ventaja comparativa que ello constituye de cara a la supervivencia.

○ El principio de los disparadores múltiples.- Sin embargo, la monotonía asociada a la necesidad de mantener un alto nivel de alerta, si bien necesarios, no son suficientes para evocar la 'presencia'. Los investigadores han identificado en el frío-ambiente (hipotermia), la fatiga, la desnutrición (nutrición inadecuada/bajos niveles de glucosa por incapacidad biológica de reposición), la sed extrema, la deprivación de sueño, el (poli)traumatizado o enfermedad, el miedo y los desafíos específicos de cada protagonista y misión, un conjunto de factores de estrés que, en combinación, resultan funcionales a satisfacer, al modo de auto-hipnosis y por el recurso a la alucinación, un “deseo profundamente arraigado por otra persona (el 'alter-ego') que provea compañía y asistencia” en tales condiciones extremas.
Disparadores Múltiples
Disparadores Múltiples


Efecto de la Viuda
Viudas

○ El efecto de la viuda.- Se trata acá del impacto psicológico, ocasionado en el superviviente de turno, por la real o inminente desaparición del compañero, por pérdida o muerte en los AEI, que induciría la 'sensación de la presencia', en un fenómeno alucinatorio (no delirante) que traza su continuidad o semejanza con las conocidas instancias de los 'amigos imaginarios' de los niños pequeños y personas seniles en estrés, así como las presencias percibidas por algunos entre los deudos, en la propincuidad del deceso de sus seres queridos.

○ El factor musa.- Así como hay personas cuya situación reúne dramáticamente los componentes que, se sabe, suelen activar el 'tercer hombre' y, no obstante, no reciben la gracia de la 'presencia sensible'; también las hay quienes, en escenario comparativamente menos extremo, son prontas en evocarla.

La psicología da cuenta de esta diferencia a través del constructo “apertura a la experiencia” (de suyo, uno de los cinco grandes factores de la personalidad reconocidos por esta ciencia) y la “capacidad de absorción”.

En la misma línea de ideas, tenemos que Moisés, Cristo y Mahoma, los tres fundadores de religiones monoteístas, reciben su revelación en una montaña (un motivo, más que metafórico, psicofísico) aunque de baja altitud (ca. 2600 msnm, en contraste con los 8000 msnm de los montañistas). De hecho, en el escenario de montaña, "altitudes moderadas son suficientes" para sujetos predispuestos. Y es que lo que no lo pone la psicología, lo pone el ambiente; y a la inversa.

De este modo, el fracaso del conocido científico ateo Richard Dawkins para obtener experiencias con el 'Casco de Dios', se explicaría –como lo hizo Persinger– por su escasa predisposición o apertura, ponderada psicométricamente.

Conviene destacar que el apelativo de este factor procede de la experiencia del poeta griego Hesíodo (autor de “Teogonía”); quien, durante sus tempranas incursiones en las laderas del Helicón, pastando sus ovejas, tuviera un encuentro cercano con las Musas (¡el Tercer Hombre!), de las que recibiría su inspiración.

Factor Musa
Musa Urania

 

Poder del Sabio
Sabio

○ El poder del sabio.- El 'tercer hombre' no es, con todo, la única categoría alucinatoria que, se conoce, forma parte de la experiencia de un número de sujetos sometidos al estrés propio de los AEI. Se han reportado también instancias de delusiones o delirios (con contenidos tales como: 'presencias agresoras', 'ciudades imaginarias', 'alimento y provisiones', etc.) que, a diferencia de la 'presencia benevolente', no contribuyen a otra cosa que incrementar los riesgos (ya de por sí dramáticos) y conducir a sus sujetos directamente a la muerte. Se ha puesto en relación las 'fantasías destructivas' con factores tales como p. ej. la ingesta de agua salada (para el caso de los abandonados al agua); mientras que el 'poder del sabio' variaría según la 'fortaleza del yo', la 'urgente disposición por recibir ayuda' y, fundamentalmente, la 'fe en/compromiso con/resolución por la SUPERVIVENCIA'.

Los dos primeros darían cuenta de los detonantes ambientales (externo e interno) de la experiencia, mientras que los restantes tres hablarían de su significado emocional constructivo.

VII. CONCLUSIONES, REFLEXIONES Y CIERRE:

A. Conclusiones (hasta donde lo solventa el Marco del Autor).-

    1. La 'presencia sensible' constituye una fenomenología no convencional de ocurrencia muy frecuente tanto en contexto natural, clínico como experimental. Al hablar de presencias, conviene diferenciar entre las relativamente distantes y mudas, de aquellas que interactúan con el individuo en situaciones de amenaza (percibida y/o real) para su vida.
    2. Pueden darse incidencias en la modalidad terrorífica (como es el caso de algunas concomitantes con la 'parálisis del sueño'), neutra (vg. la 'sensación pervasiva de ser observado'), o en su modalidad benevolente (vg. el 'tercer hombre' de los exploradores). Sobre esta última, se diferencian grados de elaboración inmediata (y a posteriori) de la vivencia, que van desde el solícito acompañante desconocido, pasando por personajes significativos de la historia personal, hasta entidades 'espirituales' de gran intensidad y gestión.
    3. La 'presencia sensible' constituye para el científico regular el molde fenomenológico sobre el que se articulan los encuentros con entidades tipo: dioses, ángeles, duendes, visitantes de dormitorio, aliens acusados por abducción, etc.
    4. La mentalidad religiosa, a partir del fenómeno de la 'presencia benevolente', habría construido el ícono angélico (i.e. ángel de la guarda, etc.) investido de calidez, compasión, belleza, autoridad y un gran poder (entre otros atributos), que acude a socorrer a aquel que reúne las condiciones de estar realmente necesitado y tener merecimiento.
    5. Desde la ciencia, existe suficiente indicio y razones para afirmar que el 'tercer hombre' es una alucinación (de tipo no-delirante) que tiene fundamentos bio-psicológicos y ambientales antes que espirituales (injerencia de entidades sobrenaturales, etc.), correspondiéndole a la imaginería social (socio-cultural) su aspectualización idiosincrática.
    6. La mirada científica visiona el Tercer Hombre como un recurso del cerebro, seleccionado por la evolución, y desencadenado en circunstancias críticas (léase: de 'vida o muerte'); es decir, constituye para el organismo un recurso de afronte ante situaciones de urgencia. En modo alguno debe confundirse con un síntoma de decadencia psicológica o un cuadro de perturbación de la salud mental.
    7. En otros términos, se trataría de encuentros cercanos con el Sí mismo (un doble o doppelgänger), psico-socialmente aspectualizado y proyectado, de cara a la supervivencia.
    8. La base ambiental del encuentro con 'presencias' lo pone un ambiente monótono, extremo y determinadas condiciones electromagnéticas de fuente natural y/o artificial.
    9. La base psicobiológica del encuentro con 'presencias' lo pone la cuota de estrés que soporta el individuo (organismo/sujeto/persona), particularmente cuando se ha llegado al límite de tolerancia.
    10. Psicológicamente, la sensación de e intercambio con una presencia varía según el fondo afectivo del protagonista. En palabras de Geiger: “El Tercer hombre parece crecer en poder en proporción directa a la intensidad del estado emocional del individuo que lo experimenta”.
    11. La experiencia llama la atención sobre el carácter social del ser humano que, en sus períodos críticos y de aislamiento, se hace presente en la construcción de un híbrido alucinatorio-eficiente interpersonal para la provisión de ayuda por parte de un (imaginado) semejante o superior.
    12. La ciencia busca identificar amén de el/los componente/s neuro-anatómico/s implicados (vg. unión témporo-occipital), los mecanismos cerebrales y contextuales que favorecen los estados alterados de conciencia, en comunalidad con los sueños y las alucinaciones.
    13. Se han identificado cinco principios que darían cuenta de las condiciones que impelen al cerebro a construir/desplegar el encuentro con el 'Tercer Hombre'. Ellos son: la 'patología del aburrimiento', los 'disparadores múltiples', el 'efecto de la viuda', el 'factor musa' y el 'poder del sabio'.
    14. El espíritu científico proyecta el descubrimiento del mecanismo de su evocación a voluntad (el “angel-switch”), como un recurso de afronte, de potencial auto-terapéutico, para lidiar con nuestras petit-crisis más domésticas.
    15. La pertinencia del discurso científico en lo que toca al 'Tercer Hombre' está restringida a la explicación del cómo, pero no a la del por qué (razones trascendentales) de cada experiencia en particular.
    16. La experiencia desafía el discurso ateista militante en lo que toca al desprecio del recurso a lo religioso/espiritual, por trivial y retrógrado; cuando la evolución pareciera haber seleccionado y ensamblado orgánicamente la proclividad humana a pensar en y/o rendirse a entidades mágico-mítico-religiosas (discurso neuroteológico), dada la ventaja comparativa que ello demuestra tener (haber tenido...) de cara a la supervivencia de la especie, eventualmente enfrentada a AEIs. [13]

    B. Reflexiones y Proyecciones (Más allá del marco del autor).-

    1. No pocas personas que han experimentado encuentros con el 'Tercer Hombre' (incluida la Dra. E. A. Arroway) suelen ser seducidos por interpretaciones 'místicas' y 'paranormales' en razón de la inmediatez de la experiencia (aquello que llamara la atención a Suedfeld), su realismo, coherencia, consecuencias a corto y mediano plazo, amén de su dimensión personal-significativa. Mientras tanto, las explicaciones proveídas por la ciencia, aun cuando ofrecen una idea objetiva de los mecanismos que estarían detrás, arrojan la impresión de un cuadro clave pero parcial, un “ensamble robótico” o, como lo pone la psicóloga Elizabeth Hillstrom (en el contexto de la 'Experiencias en el Umbral de la Muerte' y su relación genésica con el lóbulo temporal): “...produce sólo componentes aislados del fenómeno, nunca la secuencia reconocible y coherente de hechos que se perciben en una EUM”.
    2. La experiencia directa, las especulaciones teoréticas/doctrinarias sobre la estructura de la realidad (procedentes, en su mayoría, del venero de la física así como de las tradiciones sapienciales de la humanidad) y la razón dada en (A-14), dejan abierta la posibilidad de entidades especuladas (ángeles, aliens, experimentadores inderdimensionales, etc.), independientes de las creaciones psicodinámicas del inconsciente personal, que pudieran explotar intencionalmente y por vía tecnológica el switch del Tercer Hombre: una grieta para eventuales experiencias de origen espiritual, mediadas (o no) por el molde de marras. (Tal sería la hipótesis de la Dra. Arroway, que choca con la "surveillance" del marco científico, en razón de la 'razuradora de Occam').
    3. En dicho orden de ideas, no encontramos en Geiger ensayo alguno sobre la distinción entre las presencias benevolentes autogeneradas inconscientemente por el sujeto (marco del discurso psicológico y neurocientífico) y las que dependen de las sugeridas proyecciones voluntarias y objetualizadas (bilocaciones) por parte de santos, psíquicos, etc. (marco de la hagiografía, el ocultismo y la parapsicología), por no hablar ya de entidades sobrenaturales. [14]
    4. Geiger evidencia también un silencio parsimonioso acerca de las probables manifestaciones de interés parapsicológico (clarividencia, telepatía, etc.), que eventualmente se actualizarían en condiciones de AEI y el Tercer Hombre.
    5. Necesarios desarrollos complementarios a la perspectiva científica sobre esta temática proceden de las articulaciones ciencia-religión y ciencia-ocultismo.
    6. Desde la articulación ciencia-ocultismo, se plantea la conexión Shambhala-Arquitectura Multidimensional del Viviente-Kundalini como hilo de ariadna que relaciona (el acceso a) las manifestaciones psíquicas/paranormales (incluido el tercer hombre) con la evolución humana, planetaria, etc. [15]

C. Puntualizaciones sobre la naturaleza, identidad y acceso a la “Presencia Sensible”.-

  1. Es probable que para la mayoría de ocurrencias de la “presencia sensible” baste una explicación asentada en algún modelo 'Estímulo-Organismo-Respuesta' (E-O-R) de la neurociencia, la psicología y la psicodinámica.
  2. Manifestaciones parapsicológicas (PES, PK) son expectables en relación con el Tercer Hombre: Por un lado, es posible que algunas 'presencias' se justifiquen por el acceso del sujeto a otro plano de la realidad a través de la PES estimulada por factores ambientales (tapas externo) y del propio sujeto (tapas interno). Otrosí, cabría la manipulación por una tercera parte (i.e. entidad, santo, psíquico), por canales desconocidos (Psi, Súper-Psi, 'tecnología'), del mecanismo activador del 'doble' sobre el que especulan/teorizan los autores ('DHDA'-Barret, 'Chakras'-Yoga Tántrico, 'Punto de Encaje'-Carlos Castaneda, etc.).
  3. La apelación a un alter-humano y entidades extrahumanas en la base de la identidad de una 'presencia sensible' es discrecional al investigador; dependiendo de la complejidad del caso, la disposición de un prospecto-agente plausible, haber agotado otras explicaciones y/o su compromiso onto-epistemológico.

Cierre.-

Dejamos a la Dra. Arroway post-Hokkaido, compañeros y seguidores, en una ordalía especial: la de conciliar (conjuntar/disyuntar) sensatamente i).- los efectos personal-significativos de su experiencia cumbre, ii).- el pensamiento escéptico y crítico de origen (nutrido por su formación científica) y iii).- la metafísica trascendental de su elección (una adquisición tardía). A lo mejor, habiendo puesto todo de sí, la respuesta anhelada les visite una vez más de la mano del 'Tercer Hombre' y ¡en clave de PI=3,14159...!

VIII. BIBLIOGRAFÍA

○ Para esta contribución se ha tomado como fuente basal:

1.— GEIGER, John (2009): The Third Man Factor. Surviving the Impossible. Canongate Books.

○ Otrosí, se acusa la revisión auxiliar de la siguientes fuentes:

2.— BONIN, Werner (1983): “Diccionario de Parapsicología”. Alianza Editorial.

3.— DOWLING, Levi H. (1987): “El Evangelio Acuario de Jesús el Cristo”. Editorial Imprenta David Vargas G.

4.— EYSENCK, Hans & SARGENT, Carl (1984): “Los Misterios de lo Paranormal”. Sudamericana-Planeta.

5.— HILLSTROM, Elizabeth (1998): “Probad los Espíritus”. Ediciones Puma del CENIP.

6.— KUMAR, Ravindra & DEMPSEY, Margaret: “Kundalini, Soul and the Right Side of the Brain.” En: “The Journal of Religion and Psychical Research.”

7.— LE PAGE, Victoria (1998): “El Enigma de Shambhala. La sorprendente verdad sobre la ciudad perdida del Tibet”. Ediciones Abraxas.

8.— OSIS,Karlis & HARALDSSON, Erlendur (1981): “Lo que vieron...a la hora de la muerte”. EDAF.

9.— ROSENHAN, David & SELIGMAN, Martin (1995): “Abnormal Psychology.Norton.

10.— SAGAN, Carl (2001): "Contacto”. Planeta DeAgostini.

11.— SARASWATI, Muktibodhananda Swami (1984 r. 2004): “Swara Yoga. The Tantric Science of Brain Breathing.” Yoga Publications Trust.

12.— ZIMBARDO, Philip & GERRIG, Richard (1999): “Psychology and Life.” Addison Wesley Longman.

13.— ZIMMER, Heinrich (1933): “On the Significance of the Indian Tantric Yoga.” En CAMPBELL, J. Ed. (1960): “Spiritual Disciplines.” Panththeon Books.

IX. ENLACES EXTERNOS.-

○ Portal Web de "The Third Man Factor"

http://thirdmanfactor.igloocommunities.com/

Interview to John G. Geiger about "The Third Man Factor"

http://www.youtube.com/watch?v=4zD1j_nImD0

— Canal de TheRunningManReturns, en YouTube

Ernest Shackleton & The Endurance

http://www.youtube.com/watch?v=wD8uR644osk&feature=related

— Canal de Berniewahlbrinck, en YouTube.

X. NOTAS.-

* La cita corresponde a una proferencia del Maestro Jesús en el “Evangelio Acuario de Jesús el Cristo (de la Edad Piscea)”, donde Levi (transcriptor de los Registros Akáshicos/autor) nos proyecta el cuadro de una tempestad que azota con severidad el mar, meciendo caprichosamente a las embarcaciones y a sus desesperados ocupantes. Jesús —a la sazón por Grecia en gira iniciática— se afana en rescatar a los infelices que se ahogan, mientras un número de atenienses en frenesí claman por un milagro a los dioses que, en su creencia, gobiernan los mares. Llegado el tiempo, Cristo les reprende su idolatría, su insensatez, y les instruye en qué consiste la ayuda de Dios en los términos registrados. (Cf. 3:69-70). Historias como la de Ernest Shackleton y sus hombres (Cf. 1:28-43), hacen eco de la verdad intrínseca de esta enseñanza. [Volver]

[1] AEI (EUE, por sus siglas en inglés): Ambiente Extremo e Inusual. Se refiere a aquellos ambientes que demandan del sujeto el despliegue de su máxima capacidad de resistencia y tolerancia, particularmente, en situaciones desventajosas. Incluye desiertos, profundidades océanicas, picos montañosos por encima de los 6000 m.s.n.m., el espacio exterior, desastres naturales, las guerras, la condición de prisioneros de guerra, etc. [Volver]

[2] Sobre "alucinaciones", consignamos la siguiente exposición de Zimbardo & Gerrig:

Bajo circunstancias inusuales, ocurre una distorsión en la conciencia durante la cual un individuo ve o escucha cosas que no están realmente presentes. Las alucinaciones son percepciones vívidas que ocurren en ausencia de estimulación objetiva; son una construcción mental de la realidad alterada de un individuo. Difieren de las ilusiones, que son distorsiones perceptuales de estímulos reales....Algunas alucinaciones son de corta vida; si los individuos pueden rápidamente demostrarse a sí mismos la irrealidad de una alucinación —al contrastarla con la realidad— la experiencia puede llegar a un fin. En algunos casos, sin embargo, los individuos no pueden disipar la "realidad" de sus alucinaciones , y la alucinación ejerce una influencia en sus vidas (Siegel, 1992).

Las alucinaciones son promovidas por la avivada excitación, estados de intensa necesidad o la inhabilidad para suprimir pensamientos amenazadores. Ellas también ocurren cuando el cerebro experimenta un tipo inusual de estimulación —durante, por ejemplo, altas fiebres, ataques epilépticos y migrañas— o en pacientes con severos desórdenes mentales, quienes responden a eventos mentales privados como si fueran estímulos sensoriales externos. Las alucinaciones son también frecuentemente inducidas por drogas psicoactivas, tales como LSD y peyote, asi como por abstinencia de alcohol en severos casos de alcoholismo (estas alucinaciones son conocidas como delirium tremens, "el DTs"). Estas alucinaciones químicamente inducidas son producidas por efectos directos de las drogas sobre el cerebro.

En algunos entornos culturales o religiosos, las alucinaciones son una ocurrencia deseable e importante (Siegel, 1992). En estas circunstancias, las alucinaciones son interpretadas como penetraciones [insights] místicas que confieren estatus especial sobre el visionario. Luego, en diferentes entornos, la misma percepción vívida de contacto directo con fuerzas espirituales puede ser deprecada como un signo de enfermedad mental o respetada como un signo de dones especiales. La evaluación de tales estados mentales a menudo depende mucho del juicio de los observadores como del contenido de la experiencia perceptual en sí misma. (12:216-7) [Volver]

Por otro lado, se ha afirmado la conexión 'ambiente-efecto alucinatorio' atribuida a la actividad solar, geomagnética, el electromagnetismo, mediada por el cerebro (HD), que resulta pertinente al tema que nos ocupa.
Referencias útiles:

J.N. Booth, S.A. Koren, and M.A. Persinger, "Increased Feelings of the Sensed Presence and Increased Geomagnetic Activity at the Time of the Experience During Exposures to Transcerebral Weak Complex Magnetic Fields," International Journal of Neuroscience, 115, 2005.

Walter Randall and Steffani Randall, "The Solar Wind and Hallucinations—A Possible Relation Due Toe Magnetic Disturbances," Bioelectromagnetics, 12, 1991.

Peter Suedfeld and Jane Mocellin, "The Sensed Presence in Unusual Environments," Environment and Behaviour Journal. 1, 1987.

Otra faceta de la conexión 'ambiente-efecto alucinatorio', igualmente pertinente, está dada por la monotonía y la ausencia de estimulación. [Cf. “Patología del aburrimiento” y nota 10].

[3] En este caso, el constructo “ambiente extremo e inusual” (y su acrónimo) se extiende metafóricamente al terreno conceptual, para conseguir el efecto de sentido de su “criticidad” o “algidez”. [Volver]

[4] El síndrome del 'Tercer Hombre' ha sido descrito por Doug Scott en estos términos:

Imagine hay alguien más caminando a su lado, una presencia confortante diciéndole qué hacer a continuación, y esto puede ser tan fuerte como una voz en su pecho [Scott, Doug citado por John G. Geiger]. [1:42] [Volver]

[5] Quizás podamos incluir en el rango de conveniencia del constructo “ambiente extremo e inusual” (AEI) al entorno de enfermedad terminal y antesala de la muerte, para cada unidad biográfica. De ser el caso, las visiones en el lecho de la muerte, particularmente las no relacionadas con condiciones médicas (fiebre elevada, enfermedades cerebrales, o la medicación), podrían entenderse como variantes de la presencia benevolente que nos ocupa, aspectualizada pertinentemente de cara a la situación. Ponemos en autos al lector sobre el estudio transcultural (EEUU, India) de los Dres. Karlis Osis y Erlendur Haraldsson [Cf. 8, en bibl.], aplicado a médicos y enfermeras de pacientes terminales, el mismo que a partir de los datos obtenidos y el análisis de interacciones (un procedimiento estadístico) apoya la realidad de la vida después de la muerte (!), y donde un rango de "apariciones" son interpretadas por los investigadores como instancias no delusivas (delirio), sino información obtenida por el sujeto (más allá de su relativa distorsión por los filtros cognitivo-emocionales de los sujetos implicados) por percepción extrasensorial (PES). [Volver]

[6] Cabe aquí hacer la analogía con el momento de la muerte. Según los datos obtenidos por los doctores Osis y Haraldsson [Cf. 8, en bibl.], el hecho de que un paciente en trance de muerte sea “devuelto por una entidad”, en razón de que “todavía no es su tiempo” o que “ha habido un 'error burocrático' por parte de los emisarios de la muerte” (vg. los yamdoots), no constituye garantía absoluta de que dicho paciente haya superado la ordalía de una muerte que acecha.

Caso de una mujer que tenía una reacción alérgica a una inyección de penicilina.

Estuvo inconsciente durante la crisis. Después nos dijo que había venido junto a ella un ser religioso que le pidió que le acompañase. La llevó al cielo en una hembra de elefante; el camino estaba artísticamente decorado. Llegó a un lugar donde se había reunido mucha gente. Allí descubrieron que se habían equivocado y la devolvieron a la tierra del mismo modo. Contó su historia unos minutos después de volver en sí. La paciente murió una semana más tarde, pero no de la reacción alérgica a la penicilina, sino por una infección respiratoria [8:172]

En un caso similar, el moribundo fue considerado muerto, pero se recuperó.

Dijo que había subido al cielo. “Dios me envió de regreso”. Tenía que vivir más, pues no había completado su vida, pero murió a los dos minutos. [8:172]

Del mismo modo, el encuentro con el Tercer Hombre, no asegura que el protagonista sobrevivirá a su ordalía, si no se dan las condiciones para ello, si no colabora consigo mismo. John G. Geiger lo ejemplifica con el caso de Maurice Wilson, un inglés que hacia 1934 intentó escalar una ruta del Everest, con tanto coraje como imprudencia nacida de la inexperiencia, con el resultado de su trágico final [Cf. 1:247-8]. [Volver]

[7] Quizás convenga al lector contrastar:

i).- la parsimonia de J.G. Geiger (académico y montañista) sobre la prodigalidad del tiempo corriente para el incremento de los encuentros con el 'Tercer Hombre', en virtud de la más extensa interacción voluntaria u obligada de la gente con AEIs [Cf. 1, en bibl.];
ii).- la lectura nuevaerista (Kenneth Ring, Victoria LePage y epígonos), sobre la actual 'secularización de lo divino/chamanización de la Humanidad', como estrategia de Shambhala para el presente Ciclo (de la cual, las experiencias pico, psíquicas, etc. abiertas a todo sujeto e independizadas de los venerables procedimientos de antaño, constituyen el sello característico) [Cf. 7, en bibl.]; y
iii).- la actitud alerta y vigilante de Elizabeth Hillstrom (académica cristiana) ante la sospecha de alguna actividad demoníaca que en atuendo de 'experiencia psíquica' o 'espiritual', se cuele del molde de algunos procesos explicables biopsicológicamente, en vista de que pareciera haber (en concordancia con un planteamiento de Jacques Vallée) un oscuro designio de fuente y finalidad última desconocidas, para manipular y controlar nuestras creencias religiosas [Cf. 5, en bibl.] [Volver]

[8] Resulta sugerente, a los efectos comprensivos y explicativos, la asimilación de la práctica de austeridades, tapas, etc., a los AEI, en cuanto que facilitadores de experiencias religiosas, mágicas y/o alucinatorias (en particular, el 'Tercer Hombre'). Sobre el fundamento y la difusión del recurso a las austeridades, escribe el Dr. Ludwig Staudenmaier en su obra Die Magie Als Experimentelle Naturwissenschaft (La Magia como una Ciencia Experimental):

Uno debe, de acuerdo con la ley de la transformación de energía nerviosa [es decir, el Prana del Yoga, que corre a través del sushumna, la arteria espinal], aprender a conducir grandes cantidades de energía, particularmente energía muscular, de un sistema a otro y transformarla allí. Todos los magos del pasado hicieron mucho uso de esta ley de la transformación de la energía nerviosa. Toda suerte de medios, la mayoría de ellos dolorosos, tales como el hambre, el frío, la falta de sueño, la contención del aliento, ejercicios corporales innaturales, tales como la prolongada posición de rodillas, incluso la tortura, fueron usados a los efectos de ganar energía nerviosa. No obstante, no necesitamos compadecer a los yoguis indios, a los fakires mahometanos, dado que en lo principal, ellos probablemente experimentan más placer que dolor, aun cuando podemos encontrar un cierto elemento de perversión en sus métodos. Un mago científico intentará obtener energía nerviosa del lugar donde ésta está presente en las cantidades más grandes y más fácilmente explotables, es decir, de los músculos. [cit. en 13:51]

Sobre 'tapas', registra el Diccionario de Parapsicología de Werner E. Bonin:

Tapas (sánscr., calor, calentamiento). Etimológicamente se remonta t. a la "incubación" (de gallinas); los alquimistas hablaban, p.e., de la primera fase de la "Gran Obra" como del "calor de la gallina que incuba".

"Se entienden por t. ejercicios como el ayuno; estar sentado en silencio en una oscura choza, o en un lugar recóndito, muchas veces entre fuegos; estar de pie bajo un sol ardiente, posturas contraídas, esfuerzos cansados al preparar el sacrificio... Estos ejercicios crearon un 'calentamiento interno' fisiológico que ocasionó cambios psíquicos en el sentido de un estado de conciencia exageradamente despierto, en el que sucedieron, al parecer con frecuencia, sensaciones de poder mágico, visiones, audiciones, arrobamientos..." (Hauer 1958: 21 y sig.). [2:773] [Volver]

[9] John G. Geiger ha recopilado una nutrida casuística de encuentros con el 'Tercer Hombre', en circunstancias de AEI, que tienen como protagonistas a una variada gama de sujetos (aviadores, buzos, exploradores polares, montañistas, etc.). Las historias en sí constituyen un tributo a la humanidad por la intensidad desplegada, individual y colectivamente, para vencer los obstáculos que natura impone a las realizaciones de la especie y sus miembros. Ellas están disponibles en el libro-base de esta contribución [Cf. 1, en bibl.], en el portal web del autor [Cf. 1, en Enlaces Externos] y en varios lugares de la red. [Volver]

[10] Una de las formas de evaluar los efectos de la monotonía y el aislamiento sobre la psique es a través de los efectos de la deprivación sensorial. De estos efectos han escrito Eysenck & Sargent:

Es bien conocido el hecho de que los sujetos aislados de su medio ambiente durante un tiempo, comienzan a mostrar síntomas de desorientación entre los que se cuentan alucinaciones muy vívidas [4:86]

Y Orne lo presenta en contexto experimental:

En los 1950s, el tópico de la deprivación sensorial estuvo de moda. En estudios de este fenómeno, se pagó a estudiantes universitarios $20 por un día de veinticuatro horas de reposo en catres en cuartos en penumbra, totalmente deprovistos de sonido. Ellos usaban anteojos protectores traslúcidos que hacían la visión imposible, guantes y puñeras que hacían la sensación imposible, y escuchaban ruido enmascarado que bloquaba la audición (Bexton, Heron y Scott, 1954). Los investigadores encontraron que los sujetos tenían alucinaciones: primero veían patrones simples, más tarde vieron figuras en movimiento complejas. También se sintieron altamente estresados, nauseabundos, agitados y fatigados. Se concluyó que remover la visión, el tacto y la audición en sujetos humanos normales producía alucinaciones inducidas por estrés.
...
(Orne, 1962). [9:152-3]

En el ámbito parapsicológico, con base en la teoría de la reducción del ruido y sus efectos facilitadores sobre Psi, se ha desarrollado el 'ambiente ganzfeld' (de lejos, el paradigma experimental más fruitivo en parapsicología), que responde a la estrategia de no en eliminar todas las entradas sensoriales sino en mantener esas señales en un nivel constante. De este modo, si las mismas señales sensoriales son introducidas una y otra vez (monotonía), el cerebro deja de prestarles atención, la cual se desplaza a los aconteceres mentales internos. Este ambiente suaviza los efectos demasiado intensos de la deprivación sensorial, que la indisponen como técnica experimental. [Cf. 4:87]. [Volver]

[11] En principio, la crítica a Persinger está justificada por el conocido tema de interacción de variables en contexto experimental. Siguiendo el ejemplo anterior [Orne, 1962], ilustraremos cómo se presenta en entorno experimental la potencial interacción de la deprivación sensorial y el efecto de las características percibidas de la demanda, o el enmascaramiento de los efectos reales de ésta por aquélla:

Pero al revisar estos experimentos de deprivación, Martin Orne y sus asociados notaron algo sospechoso acerca de su diseño. Parecía haber algunas poderosas características de demanda: los sujetos fueron primero recibidos por un doctor en saco blanco; una señal"Laboratorio de Deprivación Sensorial" estaba sobre la puerta; los sujetos tenían que firmar aterradores formatos absolviendo al experimentador de responsabilidad [en caso] de suceder algo adverso; y ellos tenían un botón de emergencia que los liberaría del experimento de suceder algo indeseable" ¿Podría ser que esta parafernalia comunicara al sujeto que se esperaba que estuviese estresado y quizás tenga alucinaciones? Esto significaría que no era la deprivación sensorial sino las características [percibidas] de demanda las que producían el efecto experimental.

Para evaluar esto, los sujetos fueron conducidos dentro de un cuarto rotulado "Laboratorio de Deprivación de la Memoria", y fueron recibidos por un doctor en saco blanco con un estetoscopio. Se firmaron aterradores formatos de liberación de responsabilidad. A los sujetos se les dijo que si el experimento probaba ser demasiado para ellos, podían hacer uso del botón rojo de emergencia conspicuamente instalado en la pared del cuarto experimental. No se impuso a los sujetos deprivación sensorial alguna, cualquiera que fuese. En vez de ello, se sentaron en un cuarto bien iluminado con dos sillas confortables, se les proveyó de agua helada y emparedados, y también se les dio una tarea opcional de sumar números. En esta situación, los sujetos también reportaron alucinaciones inducidas por estrés, indicando que las características [percibidas] de la demanda y no la deprivación sensorial habrían causado las alucinaciones (Orne, 1962). [9:153]

Similar fenómeno habría tenido lugar con los sujetos que participaron de la investigación con el 'Casco de Dios' y que reportan 'sensación de presencias' en alguna intensidad, si el diseño de investigación no fue lo suficientemente potente y discriminativo.

Sin embargo, Persinger —según reporta J.G. Geiger—, minimiza el criticismo de un grupo de investigación suizo, que da cuenta de sus pretendidos resultados en términos de los 'efectos de la sugestión', que no de la 'estimulación magnética transcraneal' (es decir, la misma figura lógica que en el ejemplo de Orne), por fundarse en un estudio que no hubo considerado sus datos en extenso, y al que acusa por no haber seguido rigurosamente su protocolo experimental al coste de efectos adversos sobre la repetibilidad de los resultados. [Cf. 1:170-2] [Volver]

[12] HADD, por sus siglas en inglés. [Volver]

[13] Aunque a la mirada de los antagonistas de la religión y las tradiciones: i).- los panteones, conocimientos y prácticas espirituales presentes en las diversas culturas y credos constituyen pura 'superstición-en-acción' y ii).- los dioses bien podrían ser sustituidos en su rol psico-social por personajes de la Marvel, sino por una “religión” artificialmente construida sobre bases filosóficas y científicas solidarias; para quienes disponen de una formación iniciática (tántrica, yóguica, kabalística, etc.), habría una relación inexplorada entre el conocimiento/práctica espiritual, el despliegue de los eventos psíquicos y paranormales (presencias-guía, EUM, fenómeno OVNI, etc.) y la evolución humana, planetaria, etc., tematizados desde antiguo en la estructura profunda de los textos sagrados, mitos, etc. y abiertos a la exploración científico-espiritual. [Volver]

[14] El punto no es, en modo alguno, trivial. Entre los peruanos, destaca la figura de Martín de Porras, O.P., santo al que se le atribuyen, entre otros, el dominio de la facultad de bilocación, a través de la cual abundan testimonios de ayuda a las personas en necesidad y urgencia. Lo reportamos en la voz de la Wikipedia:

Se le atribuye el don de la bilocación. Sin salir de Lima, fue visto en México, en África, en China y en Japón, animando a los misioneros que se encontraban en dificultad o curando enfermos. Mientras permanecía encerrado en su celda, lo vieron llegar junto a la cama de ciertos moribundos a consolarlos o curarlos. Muchos lo vieron entrar y salir de recintos estando las puertas cerradas. En ocasiones salía del convento a atender a un enfermo grave, y volvía luego a entrar sin tener llave de la puerta y sin que nadie le abriera. Preguntado cómo lo hacía, siempre respondía: "Yo tengo mis modos de entrar y salir".

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Mart%C3%ADn_de_Porres#Milagros_atribuidos

Luego, un encuentro con el 'Santo de la Escoba', fuera de su área regular de operaciones, que acude oportunamente donde está el urgido de ayuda, sin necesidad de ser llamado, bien podría interpretarse como una incidencia de la 'presencia benevolente' de la cual se ha discursado en extenso aquí. Pero, ¿debería asumirse el fenómeno como una alucinación de la parte beneficiada puesta en AEI y aspectualizada con el motivo religioso, como se ha sugerido? ¿Se trataría más bien de una manipulación por una tercera parte (i.e. el santo), por canales desconocidos (Psi, Súper-Psi), del mecanismo disparador del 'doble' sobre el que especulan/teorizan los autores? ¿Acaso se trata de una categoría fenomenológica distinta? O, finalmente, al mejor estilo escéptico, ¿deberíamos poner en entredicho a ambos, fuente y repositorio, por falta de autenticación, y dar así por cerrado el tema? [Volver]

[15] Para el sentir ocultista, la limitación de las explicaciones seculares en torno a los fenómenos no convencionales del psiquismo (y aquí incluiremos algunas instancias del 'Tercer Hombre'), radica en su falta de contextualización en una teoría general de las correspondencias y de la evolución (natural y custodiada) del micro y mesocosmos.

La comunalidad de características entre las presencias-guía que surgen de la interacción con AEIs, las experiencias en el umbral de la muerte, los contactos con 'aliens', las prácticas de meditación, etc., nos sugieren “su” constituir modalidades de un mecanismo biológico común, o por lo menos uno del que participarían componentes (y subsistemas) comunes, como p. ej. el Hemisferio Derecho del Cerebro, los lóbulos temporales, etc.

La gente entendida (tradicionalistas, ocultistas, etc.) plantea que el fondo común para estas ocurrencias estaría dado por la evolución humana solidaria con el cosmos (sujeto a un 'timing', que en su corrimiento ontogenético puede ser alterado voluntaria o accidentalmente), siendo el mecanismo-agente multidimensional implicado: la Shakti-Kundalini

Por ello, Heinrich Zimmer ha contemplado las potencialidades de nuestra toti-poderosa Shakti (dominio del inconsciente) expresándose unas veces funcional (a la manera de los dioses) y otras disfuncionalmente (los demonios) a los que debemos domeñar a través de la disciplina del yoga tántrico (en recapitulación microcósmica del acto cosmogónico). [Cf. 13, en bibl.]. Si asociamos lo anterior a la condición de bicameralidad jaynesiana (primitiva o actualizada por el estrés); luego, las alucinaciones auditivas y las presencias sensibles objetivadas caen por su propio peso.

Además, no gratuitamente, Ravindra Kumar, al mejor estilo Jaynesiano, ha relacionado la experiencia de la Kundalini (sin perjuicio de su multidimensionalidad) en el Viviente Humano, con el giro de dominancia a favor del Hemisferio Derecho del Cerebro. [Cf. 6, en bibl.]

Otrosí, acusamos que los momentos cumbre en la experiencia humana, sobre todo aquellos que resultan de vida o muerte (y por ende, pertinentes al 'Tercer Hombre'), no han sido desapercibidos por los yoguis. Swami Muktibodhananda escribe:

Cuando el nadi sushumna fluye, pueden surgir las tendencias espirituales tanto como las criminales. Ambos, el terrorista suicida y el yogi en profunda meditación tienen el sushumna fluyendo. Cuando usted está a punto de comprometerse en alguna suerte de crimen o ataque en una batalla, sushumna fluye. Este también fluye durante el regocijo que alguien siente después de escalar una montaña o al completar una tarea importante, y cuando sushumna fluye el cerebro completo opera. En Ida o Pingala, sólo la mitad del cerebro está activo, pero en sushumna ambos, los karmendriyas y los jnanendriyas, esto es los órganos físicos y mentales, funcionan simultáneamente y usted se vuelve muy poderoso, sea en la vida espiritual o mundana. [11:56]

Finalmente, apuntamos a los discursos que encuentran en la discreta metamorfosis bio-psico-socio-espiritual de la economía humana (en sincronicidad con el cosmos), inducida por agentes/entornos/circunstancias físicas y metafísicas, las razones y finalidades trascendentales de las experiencias humanas no convencionales. [Cf. 7, en bibl.]

Por todo lo anterior, somos de la idea que una articulación del discurso científico vigente sobre la 'presencia sensible' con la teoría de la Kundalini en sus conexiones físicas (vg. Swami Satyananda, Sanella, Bentov, Motoyama, etc.) cuanto esotéricas (vg. Guenon, Ring, LePage, etc.), abriría a los investigadores el acceso a los factores
n-dimensionales de la experiencia, de los que la ciencia carece al corriente. [Volver]

 

Desarrollado por: Eduardo Mendoza M.
Urania Scenia & Itipcap,
Lima, junio de 2012.

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